Ing. Agr. Elba Graciela GABUTTI*

Resumen

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, desarrollada en junio de 1992 en Brasil, los Estados convinieron en el logro de una serie de objetivos, políticas y mecanismos tendientes al desarrollo sostenible, tanto a nivel local como global y con un compromiso intergeneracional.

No sólo los gobiernos son los encargados de poner en práctica lo resuelto en esta Cumbre de Río; el desarrollo sostenible se logrará únicamente con la activa participación de todos los sectores de la sociedad, en especial, aquellos que tradicionalmente no han sido considerados, y que sin embargo tienen conocimientos y experiencias que deben ser utilizados para el aprovechamiento sustentable de los recursos.

Tal es el caso de las mujeres, jóvenes y niños, los grupos de campesinos, poblaciones indígenas y comunidades locales, las organizaciones no gubernamentales, los trabajadores y sus sindicatos, los comerciantes e industriales y la comunidad científica. La participación de estos grupos se debe dar a todo nivel, desde la planificación, la toma de decisiones, la dirección y ejecución de proyectos para el desarrollo sostenible.

Si bien mucho se ha proclamado, el avance en pos del desarrollo sostenible es muy lento. Es necesario mejorar la información hacia todos los sectores de la comunidad sobre los problemas del medio ambiente, estimular la real participación de quienes están convencidos que el bienestar presente no debe lograrse a expensas del bienestar de las generaciones futuras, educar sobre la manera en que cada uno puede ayudar a solucionar dichos problemas y disponer de fondos para llevar adelante estas acciones.

Palabras claves: participación social, desarrollo sostenible.

Summary

In the United States Conference on Environment and Development which had place in June 1992 in Brazil, the States agreed to achieve some aims, adopt some policies and mechanisms tending to a sustainable development in local and global level and an intergenerational compromise.

Sustainable development, the Rio Summit result, will only be achieved with Government compromise as well as the active participation of every sector of society, specially those that have not been traditionally considered and have knowledge and experiences that should be utilised to the resources sustainable use.

Examples of the above sectors are women, young people and children, country men, indigenous and local communities, non-government organisations, workers and their labour unions, businessmen, industrial men and the scientific community. The participation of these groups should be at all levels, from planification, decisions, direction and execution of projects for sustainable development.

Although much has been proclaimed, the progress towards a sustainable development is very slow. It is necessary to provide better information to every community sector about the environment problems, stimulate the real participation of those who are convinced that the present welfare should not be achieved at the expense of future generations welfare, educate about the way one can help to solve those problems and make use of funds to go ahead with these actions.

Key Words: social participation, sustainable development.

Introducción

La modernidad se ha caracterizado por la creencia de que era posible “dominar la Naturaleza” y que se podía lograr a través de los avances en ciencia y tecnología. La “revolución industrial” primero y la “revolución verde” posteriormente, hicieron pensar al hombre que era posible lograr un crecimiento ilimitado y contar con acelerados procesos de innovación tecnológica. Esto determinó cambios en las conductas y en las organizaciones sociales: tendencia al consumismo y rápida obsolescencia de los productos que consume, especialización y división del trabajo y profesionalización de los servicios.(1)

En la década de 1970 la creciente preocupación por los problemas medioambientales llevó a las Naciones Unidas a convocar a una Conferencia Mundial sobre el Medio Humano (bajo el lema “una sola tierra”), la misma se llevó a cabo en Estocolmo (Suecia) en junio de 1972. Esta conferencia constituyó un hito histórico en el pensamiento de los problemas ambientales: se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y se instauró la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) para estimular a los países a una reflexión en común a nivel mundial sobre los graves problemas que afectan el medio ambiente, tomando conciencia de los mismos, reafirmando la voluntad de respetar el entorno y sensibilizando a la opinión pública.(2)

Entre esta conferencia y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD – Cumbre de la Tierra – ECO’92), realizada en Río de Janeiro (Brasil) en 1992, hubo una serie de informes (del Club de Roma, al Presidente, Brundtland, de la Fundación Bariloche, etc.) que planteaban los problemas que estaban afectando y afectarían a la población en el futuro y proponían distintos tipos de soluciones.

Cabe destacar la importancia del Informe Brundtland: “Nuestro Futuro Común” en 1987, que planteó la necesidad de considerar al medio ambiente como una esfera más de las preocupaciones del hombre y acuñó el concepto de “Desarrollo Sostenible”, es decir un crecimiento económico sostenible social y medioambientalmente. “Está en manos de la humanidad hacer que el desarrollo sea sostenible, es decir, asegurar que satisfaga las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”.(3)

En Río de Janeiro, el 14 de junio de 1992 la Conferencia aprobó: 1. la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en del que 27 principios se definen los derechos y responsabilidades de las naciones (distintas para los países desarrollados del resto de los países) en búsqueda del progreso y del bienestar de la humanidad; 2. un vasto programa de acción sobre desarrollo mundial sostenible: el Programa 21; y 3. la Declaración de Principios para orientar la gestión, la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques. Se firmaron además, dos acuerdos internacionales: la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio sobre Diversidad Biológica. (4)

En todos estos documentos se planteó la necesidad de la participación de todos los grupos sociales involucrados a fin de lograr la consecución del desarrollo sostenible. En particular en el Principio 10(5) se establece que “el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda”.

El objetivo del presente trabajo es: Analizar los capítulos referidos al “Fortalecimiento del papel de los principales grupos” dentro del marco del Programa 21 y demás documentos de la Conferencia y tratar de analizar la situación actual, pasados ya más de 8 años y teniendo en cuenta lo que plantea el Principio 1(5): “Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la Naturaleza”.

Desarrollo

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo los Estados convinieron en el logro de una serie de objetivos, políticas y mecanismos tendientes al desarrollo sostenible a nivel, no sólo local, sino también global y con un compromiso intergeneracional. Como lo establece el Principio 3(5) “El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras”.

En el Principio 4(5) establecieron: “A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente debe constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada”. Cada actividad que el hombre emprenda en pos del desarrollo económico debe hacerlo teniendo en cuenta el impacto que se efectúa sobre el ambiente, tratando de minimizar los efectos adversos.

Para lograr este objetivo es necesario que lo entiendan no sólo los gobiernos, sino también cada uno de los 6.000 millones de habitantes de esta Tierra. “Los Estados y las personas deberán cooperar de buena fe y con espíritu de solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del Desarrollo Sostenible” (Principio 27(5)).

El Programa 21 trata tanto de los graves problemas contemporáneos como de la necesidad de que la humanidad se prepare para hacer frente a los desafíos del próximo siglo. Consta de 4 secciones:

I: Dimensiones Sociales y Económicas:

* Cooperación internacional para acelerar el desarrollo sostenible de los

países en desarrollo y políticas internas conexas.

* Lucha contra la pobreza.

* Evolución de las modalidades de consumo.

* Dinámica demográfica y sostenibilidad.

* Protección y fomento de la salud humana.

* Fomento del desarrollo sostenible de los recursos humanos.

* Integración del medio ambiente y el desarrollo en la adopción de

decisiones.

II: Conservación y Gestión de los Recursos:

* Protección de la atmósfera.

* Enfoque integrado de la planificación y la ordenación de los recursos de las tierras.

* Lucha contra la deforestación.

* Ordenación de los ecosistemas frágiles: Lucha contra la desertificación y

la sequía.

* Ordenación de los ecosistemas frágiles: Desarrollo sostenible de zonas

de montaña.

* Fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles.

* Conservación de la diversidad biológica.

* Gestión ecológicamente racional de la biotecnología.

* Protección y gestión de los océanos y de los mares de todo tipo incluidos

los mares cerrados y semicerrados y de las zonas costeras y

protección, utilización racional y desarrollo de sus recursos vivos.

* Protección de la calidad y el suministro de los recursos de agua dulce:

aplicación de criterios integrados para el aprovechamiento,

ordenación y uso de los recursos de agua dulce.

* Gestión ecológicamente racional de los productos químicos tóxicos,

incluida la prevención del tráfico internacional ilícitos de

productos tóxicos y peligrosos.

* Gestión ecológicamente racional de los desechos peligrosos, incluida la

prevención del tráfico internacional ilícito de desechos peligrosos.

* Gestión ecológicamente racional de los desechos sólidos y cuestiones

relacionadas con las aguas cloacales.

* Gestión inocua y ecológicamente racional de los desechos radiactivos.

III: Fortalecimiento del papel de los grupos principales:

* Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo

sostenible y equitativo.

* La infancia y la juventud en el desarrollo sostenible.

* Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas

y sus comunidades.

* Fortalecimiento del papel de las organizaciones no gubernamentales

asociadas en la búsqueda de un desarrollo sostenible.

* Iniciativas de las autoridades locales en apoyo del Programa 21.

* Fortalecimiento del papel de los trabajadores y sus sindicatos.

* Fortalecimiento del papel del comercio y la industria.

* La comunidad científica y tecnológica.

* Fortalecimiento del papel de los agricultores.

IV: Medios de ejecución:

* Recursos y mecanismos de financiación.

* Transferencia de tecnología ecológicamente racional, cooperación y

aumento de capacidad.

* La ciencia para el desarrollo sostenible.

* Fomento de la educación, la capacitación y la toma de conciencia.

* Mecanismos nacionales y cooperación internacional para aumentar la

capacidad nacional en los países en desarrollo.

* Arreglos institucionales internacionales.

* Instrumentos y mecanismos jurídicos internacionales.

* Información para la adopción de decisiones.

En la sección III: “Fortalecimiento del papel de los grupos sociales” se plantea la necesidad de la real participación de los distintos grupos sociales, principalmente de aquellos que muchas veces, voluntaria o involuntariamente, han sido postergados. Gran responsabilidad cabe a los gobiernos de los distintos países para integrar a estos grupos a las discusiones, a la formulación de políticas, a la toma de decisiones y a las acciones emprendidas.

A.- Medidas mundiales en favor de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo.

Tradicionalmente la mujer ha sido discriminada en el empleo, en la tenencia de la tierra y en el acceso a la enseñanza. Esto ha constituido un límite para su activa participación en funciones de planificación, de toma de decisiones, de dirección y de gestión.

Esta situación fue planteada por Maurice Strong(7) en la inauguración de la Cumbre de Río: “Para que la contribución de la mujer sea esencial y específica, es preciso que se eliminen las barreras que aún se oponen a la participación plena y en pie de igualdad de la mujer en todos los aspectos de nuestra vida económica, social y política”.

Frecuentemente, el aporte esencial de la mujer a la gestión de los recursos biológicos y, en general, a la gestión económica, ha sido mal comprendido, no tenido en cuenta o subestimado. En un tercio de los hogares del mundo el trabajo de las mujeres constituye la única fuente de ingresos. Además, la mujer orienta una proporción comparativamente mayor a la satisfacción de las necesidades básicas. Las mujeres tienden a participar más activamente que el hombre en la economía “doméstica”, son las encargadas primarias de proporcionar a sus familias de alimentos, agua, combustible, medicinas, fibras, alimentos para animales y otros productos, así como a menudo intereses en efectivo y por lo tanto las mujeres del medio rural suelen ser las que mejor conocen las modalidades y usos de la biodiversidad local. No obstante, suele negárseles el acceso a la tierra; por ejemplo en países como Kenia, las mujeres sólo tienen acceso a las tierras de menor valor(8).

En Centroamérica, la población rural depende de la leña como fuente de energía y en esta región, como en muchas otras partes del mundo, las mujeres son las encargadas de recolectar la leña, trasladarla, prepararla y usarla para cocinar sus alimentos y calentar las viviendas. También plantan, transplantan, protegen y mantienen los árboles y recolectan y manejan los productos forestales dándoles múltiples usos: como alimento de consumo humano y animal, como medicina y como fuente de ingresos(9).

Las distintas actividades que le toca desempeñar determinan que las mujeres posean conocimientos y experiencia considerables en la gestión y la preservación de los recursos naturales y esto está claramente planteado en el Principio 20(5): “Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para el desarrollo sostenible”. Así planteada la situación, es esperable que se conceda a la mujer el lugar que le corresponde en la gestión del ambiente.

En Argentina la mujer cada día gana nuevos espacios políticos (En 1998, de 236 Diputados Nacionales, 69 eran mujeres y de 69 Senadores Nacionales, 3 eran mujeres(10). En la provincia de San Luis en las elecciones de 1999 surgieron la primera vicegobernadora de la provincia y la primera viceintendente de la ciudad de Villa Mercedes). Sin embargo en Afganistán, el gobierno está emprendiendo una guerra contra las mujeres; están prohibidas de trabajar y estar en público sin un pariente masculino. Las profesionales como profesoras, traductoras, doctoras, abogadas, artistas y escritoras fueron despedidas de sus trabajos y consignadas a sus casas. Hay quienes opinan que occidente no debería juzgar el régimen fundamentalista de Afganistán porque es una cuestión cultural, pero ni siquiera eso es verdadero, ya que las mujeres disfrutaban de una libertad relativa para trabajar, generalmente vestían como querían, caminaban y aparecían solas en público hasta 1996(11).

Evidentemente la mujer está considerada de manera diferente en países en desarrollo y en países industrializados y las funciones que puede llegar a cumplir en pos del desarrollo sostenible también son diferentes. Es fundamental que en los países en desarrollo se de a la mujer condiciones mínimas para una vida sana y acceso a la educación. La alfabetización de la mujer ha disminuido las tasas totales de fecundidad en países del África, en Botswana (6,9 % en 1965 y 4,7 % en 1990), en Zimbabwe (8 % en 1965 y 4,9 % en 1990) y en Kenia (8% en 1965 y 6,5 % en 1990)(19).

La disminución del crecimiento demográfico es uno de los elementos importantes para paliar los efectos de la pobreza y avanzar hacia el desarrollo sostenible y el papel que la mujer cumple en esto es fundamental.

B.- La infancia y la juventud en el desarrollo sostenible.

Los niños (que en muchos países en desarrollo constituyen casi el 50 % de la población(6)) y los jóvenes (que representan cerca del 30 % de la población mundial(6)) deberán gozar de un futuro seguro, con buena alimentación y salud, con un ambiente de calidad adecuada, con mejores niveles de vida y con posibilidad de acceder a la educación y posteriormente a un empleo.

Cumplir con lo manifestado en la Cumbre de Río debe ser la obligación de los mayores hacia los más jóvenes, quienes deben heredar una Tierra apta para la supervivencia de la humanidad y la responsabilidad de cuidarla para las generaciones venideras.

Por ello es una necesidad imperiosa “respetar las opiniones, inquietudes e intereses de nuestros jóvenes y niños, a los que se deben dar amplias oportunidades de participación en las decisiones que conformarán un futuro que, en gran medida a ellos pertenece”(7).

Los jóvenes tienen una manera particular de analizar las cosas y una gran capacidad de movilizarse y junto con los niños son conscientes de la necesidad de cuidar el ambiente, como lo demostraron en la “Solicitud de los Niños a los Líderes del Mundo” en 1992 y con motivo de la Cumbre de Río y como quedó plasmado en el Principio 21(5): “Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor futuro para todos”. La participación de los niños y los jóvenes permitirá la continuidad en el futuro de las medidas que se tomen en defensa del ambiente.

En 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas celebró la Convención sobre los Derechos de los Niños, ratificada por 187 países. En 1996 se realizó en Estocolmo (Suecia) el Primer Congreso Mundial sobre explotación sexual de niños. Sin embargo, cada día se presentan casos de abuso, maltrato, abandono y muerte de niños en todos los niveles sociales(20).

En el año internacional de la familia (1994) 35.000 niños morían cada día por los efectos combinados de la pobreza y la degradación del medio ambiente (hambre y enfermedades evitables), una quinta parte de los niños del mundo vivían en una miseria absoluta y 100 millones de niños en las ciudades pasaban la mayor parte de su tiempo en la calle (trabajando, mendigando o prostituyéndosse)(17). El haber instaurado el año internacional de la familia no cambió las cosas y estos valores se mantienen actualmente. Es decir, no sólo hay que proclamar, también hay que actuar.

Para que los niños y jóvenes puedan movilizarse positivamente y actuar en favor del ambiente, primero deben satisfacer sus necesidades básicas; en medio del hambre y la miseria resulta difícil pensar en el ambiente. Es necesario que tengan “modelos” en los mayores que les permita ver el camino adecuado y deben ser estimulados a través de la enseñanza formal y no formal.

Algunos ejemplos, que por suerte son reales, muestran de que manera se puede trabajar con los niños y jóvenes para lograr resultados favorables:

En El Trapiche (San Luis) se está llevando a cabo el Taller de Resiliencia “Los Trapichitos”, siendo ésta la primera y única experiencia en el país. En este taller, que trabaja con niños de entre dos y cinco años de edad, se busca formar individuos con la mayor cantidad de respuestas resilientes posibles, entendiendo por resiliencia la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas, e inclusive, ser transformados positivamente por ellas, es decir lograr un crecimiento frente a la adversidad. Los Trapichitos es una intervención de tipo preventivo, orientada a reforzar mecanismos y factores protectores en la infancia, promover comportamientos resilientes en los niños y su familia y estimular conductas interactivas con la comunidad(12).

Algunas de las gentes más pobres del mundo viven en los barrios bajos del Valle del Mathare, en Kenya, y más de la mitad son niños. La Mathare Valley Sports Association fue creada como un pequeño programa de auto-ayuda por jóvenes locales para organizar sus propios proyectos de limpieza de los barrios bajos y sus ligas deportivas. Dar puntapiés a una pelota se convirtió en un atractivo aliciente en medio de la miseria. Pero los chicos tenían que ganárselo: si antes no colaboraban en la limpieza de su entorno (quitar basura, desatascar desagües) no había partido de fútbol. Esta norma ética se hace cumplir estrictamente, y sin embargo, cada fin de semana, casi 1500 niños ocupan los campos de los alrededores del Valle del Mathare, un lugar más limpio y saludable gracias a sus esfuerzos(13).

La Dra. Jane Goodall(17) (investigadora del comportamiento de chimpancés) ha comenzado un programa para niños en sus primeros años de edad escolar (denominado Raíces y Retoños) en 20 países, que tiene la intención de estimular la sensibilidad de los mismos hacia el medio ambiente, desarrollando su interés hacia nuestras plantas, animales y entre ellos mismos.

A la par de satisfacer las necesidades básicas de los niños y jóvenes es fundamental la educación, la capacitación y la toma de conciencia para incorporar en los mismos valores, actitudes, comportamientos ecológicos y éticos que nos permita pensar que en el futuro el hombre (los niños y jóvenes de hoy) actuará de manera más armoniosa con el ambiente.

C.- Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones indígenas y sus comunidades.

Las poblaciones indígenas y sus comunidades han establecido una relación histórica con sus tierras y suelen ser, en general, descendientes de los habitantes originales de esas tierras y representan un porcentaje importante de la población mundial. Durante muchas generaciones han acumulado conocimientos científicos tradicionales holísticos de sus tierras, sus recursos naturales y el medio ambiente(6).

“Los pueblos indígenas son los depositarios de gran parte de los conocimientos y el saber tradicionales de los que la modernización ha separado a muchos de nosotros. Son custodios también de algunos de los ecosistemas mundiales más importantes y vulnerables, a saber, los bosques tropicales, los desiertos y las regiones árticas. Debemos escucharlos y prestar atención a lo que dicen, aprender de su experiencia y respetar su derecho a vivir en sus propias tierras, en consonancia con sus tradiciones, valores y culturas”(7).

El Principio 22(5) establece: “Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo, debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible”.

En los últimos años se ha dado en Panamá un importante proceso de surgimiento, organización y consolidación de organizaciones indígenas, sin embargo las normas legislativas reconocen tímidamente a las autoridades indígenas y no le otorgan una participación efectiva en la toma de decisiones ni en los beneficios que se obtienen del aprovechamiento de los bosques. El ritmo acelerado de la destrucción de bosques es uno de los problemas ambientales más graves de Panamá, de poseer más del 90% de su territorio con bosques, en 1992 el área boscosa se había reducido al 35%, con una tasa de deforestación de 75.000 ha/año(14).

Los kunas, población indígena que se extiende por toda la Comarca de San Blas, (Panamá) han mantenido mayor independencia y es el primer grupo al cual se le ha reconocido autonomía administrativa dentro del territorio, manteniendo el control de sus recursos y conservando el 75,9% de los bosques en su territorio. El sistema de manejo y producción tradicional ha permitido la existencia de una mayor cobertura boscosa que en otras áreas del país. Sin embargo, los kunas notan que se cortan demasiados árboles y en los humedales se tumban manglares para hacer drenaje para la agricultura.

Se está tramitando el reconocimiento de la Comarca de San Blas como Reserva de la Biosfera y Sitio de Patrimonio Mundial. Mientras tanto, las decisiones del Congreso General Kuna han prevalecido sobre los intereses nacionales y privados, rechazando proyectos turísticos y de procesamiento de coco en sus territorios(14).

En nuestro país, se está comenzando a dar mayor participación a los pueblos indígenas, por ejemplo, estuvieron presentes en los talleres sobre la Estrategia Nacional de Biodiversidad, donde se trató la conservación y distribución equitativa de la diversidad biológica y el papel que juegan estas comunidades(15). En 1998 por Ley 24.956 se determinó la incorporación al Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2000 la temática de identidad y pertenencia a comunidades aborígenes (censo aborigen)(10).

Por otra parte, estos pueblos pelean por sus derechos: la comunidad colla de Salta, en 1998, cambió las costumbres ancestrales por el recurso de amparo, porque una empresa intentó construir un gasoducto que partiría en dos sus tierras, a través de un camino de 12 m de ancho que atravesaba la selva y se metía en la quebrada donde habitan 1.800 collas(10). Unas 350 familias collas viven en la nuboselva en tierras que habían sido donadas a este pueblo por el gobernador de Salta, pero cuya titularidad de dominio nunca se regularizó. El reclamo colla fue apoyado por diversas organizaciones ecologistas(16).

Alvarado(14) plantea: “Para los conservacionistas el interés principal es preservar el ambiente natural, la flora y fauna y utiliza al indígena como estrategia para lograr sus objetivos. Para los indígenas la legalización de sus territorios, la preservación de su cultura y recursos son su prioridad y aprovechan el interés conservacionista para conseguir sus objetivos”. Para el logro de estos objetivos, ambos se unen, pero cuando alguno de ellos los consigue se dan situaciones que pueden resultar contradictorias.

El Banco Mundial en la publicación “Poblaciones indígenas y desarrollo económico” plantea la necesidad de que los pueblos indígenas mantengan su identidad y cultura, rechaza la competencia de las comunidades vecinas y de grupos conservacionistas con los pueblos indígenas. Pero también critica la práctica de algunos grupos de mitificar al indígena, tanto como conservacionistas puros o como sociedades perfectas. Considera que los pueblos indígenas no pueden seguir regalando al mundo sus recursos y conocimientos, deben recibir financiamiento y preparación para la autogestión a fin de lograr su desarrollo(14).

Los pueblos indígenas constituyen una parte importante de la población y poseen su propia cultura y conocimientos, los cuales deben ser respetados y utilizados para avanzar en la obtención (combinando lo tradicional y la ciencia moderna) de técnicas y métodos nuevos e innovadores que permitan la utilización menos degradante de los recursos naturales.

D.- Fortalecimiento del papel de las organizaciones no gubernamentales asociadas en la búsqueda de un desarrollo sostenible.

Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) desempeñan un papel fundamental en la configuración y la puesta en práctica de la democracia participativa. Uno de sus principales atributos es la independencia frente a los gobiernos y otros sectores de la sociedad. Las ONGs están, por su misma naturaleza, cerca de la gente y sus problemas y en el transcurso del tiempo han desarrollado un mejor entendimiento de las soluciones y de las oportunidades que existen para resolverlas, cuentan con una sólida y variada pericia para el logro de un desarrollo sostenible, ecológicamente racional y socialmente responsable.

“Los gobiernos no pueden lograr mucho por sí solos, si los ciudadanos no están de acuerdo con ellos o no acatan sus normas. Por ello, el enfoque a largo plazo requiere grandes esfuerzos de educación y toma de conciencia. El papel de las organizaciones no gubernamentales es capital. Gracias a sus actividades, nadie se verá obligado a poner en duda las cuestiones en juego. Por consiguiente, es importante la presencia, en Río, de muchos representantes de ONGs. Su participación activa en el proceso de la Conferencia es la clave del éxito a largo plazo”(18).

“Lo mismo se puede decir de los medios de información. En todo el mundo, la Conferencia se sigue con mucho interés, por lo cual los medios de información masiva le prestan mucha atención. La responsabilidad de estos medios trasciende lo inmediato: será igualmente importante que informen del proceso subsiguiente, menos espectacular y más tedioso”(18).

Las organizaciones no gubernamentales, y entre ellas las ambientalistas, comenzaron a actuar separadamente unas de otras. Sin embargo, cuando comenzaron a surgir graves problemas ambientales (conocimiento del efecto del DDT, derrames de petróleo, accidentes nucleares), este tema dejó de ser de unos pocos y se transformó en una cuestión de muchos y las ONGs comenzaron a multiplicarse y a unirse.

Este proceso, más concentrado en los países del norte, se inició más tarde en Argentina: en 1973 se creó la Secretaría de Estado de Ambiente Humano y a principios de la década del ‘80 aparecieron los primeros intentos de coalición entre las organizaciones ambientalistas no gubernamentales, produciéndose una verdadera explosión de iniciativas e instituciones cuando se reinstauró la democracia(21).

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo abrió un espacio para la participación de las ONGs en el proceso de negociación de la conferencia internacional. Sin embargo, según el personal de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible y muchas delegaciones gubernamentales, dos años después de la Cumbre de la Tierra, las ONGs no habian realizado una contribución importante al grupo de trabajo. A corto plazo, son las redes y los foros de ONG nacionales (tales como el Foro Brasileño, la Red de ciudadanos para el Desarrollo Sostenible de los EEUU, el Comité CNUMAD/RU en Inglaterra y la Campaña Pública para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Sri Lanka) las que tendrán mayor probabilidad de éxito en el logro de promover el trabajo de los colegas influyentes(22).

Es necesario que se den algunas condiciones para que las ONGs puedan trabajar y actuar independientemente y de manera continua una vez definida su filosofía y por ende los principios que defienden y los objetivos que persiguen. Deben contar con fondos permanentes y para ello deben definir su propia estrategia a fin de no depender de organismos donantes; deben difundir ampliamente sus actividades entre ellas y a la sociedad en su conjunto y deben fortalecer las redes entre ONGs y los vínculos con autoridades locales, con los medios de comunicación y los sectores productivos.

En el Seminario “La implementación de un desarrollo sustentable en América Latina” se consideró importante la creación del Consejo de la Tierra para agrupar a todas las ONGs con interés en ayudar a implementar la Agenda 21 y convertirse, en cierto sentido, en revisores o auditores del cumplimiento de la misma por parte de los Estados (23).

Actualmente existen muchas ONGs ambientalistas a nivel local, regional, nacional e internacional. Muchas de ellas actúan separadamente del resto desperdiciando esfuerzos, otras actúan oponiéndose siempre, sin tratar de concertar con los distintos sectores y adoptando posiciones poco realistas. Es fundamental la concertación de las ONGs que persiguen un mismo fin y que en este caso refieren al logro del desarrollo sustentable.

E.- Iniciativas de las autoridades locales en apoyo del Programa 21.

Para la Dra. Jane Goodall(17) sólo aprenderemos a pensar globalmente si pensamos primero localmente. Para ella el dictamen para las políticas de desarrollo sostenible debe ser “piensa localmente, piensa globalmente, actúa localmente”.

“En una reunión previa a la Conferencia, celebrada en Curitiba se analizó el papel de las comunidades locales, las ciudades, los pueblos y las municipalidades. Fue alentador observar la energía y el vigor de las medidas ambientales de muchas municipalidades de todo el mundo. ‘Pensar a nivel mundial y actuar a nivel local’ no es una mera consigna, se trata también de una realidad cuyo empuje quedó de manifiesto en Curitiba”(18).

El rol del Estado para orientar a la sociedad hacia el desarrollo sustentable no constituye un postulado ideológico sino eminentemente práctico y necesario. Así lo demuestran los Estados capitalistas más avanzados, como es el caso de la mayoría de los Estados europeos y los Estados Unidos de América, donde la libertad económica del mercado encuentra severos límites cuando se trata de proteger al ambiente.

Es necesario debatir cual es el tipo de Estado necesario para alcanzar un desarrollo sustentable, pero que sin lugar a dudas requerirá cambios que cada país deberá resolver. Los municipios pueden ser los promotores de estos cambios; se debe promover acciones concretas tendientes a solucionar problemas existentes y a evitar problemas futuros. Las asociaciones intermedias y las organizaciones comunitarias juegan un papel fundamental en este ámbito(23).

Dos años después de Río, Maurice Strong (Secretario General de la CNUMAD) manifestaba que: si hay un indicio estimulante de Río, es la manera como los grupos comunitarios a nivel local alrededor del mundo han tomado el espíritu de Río y adoptado sus propios planes del Programa 21. “Lo único que espero es que el entusiasmo y el interés finalmente abran su camino a las altitudes del sistema y promuevan a los gobiernos a tomar la acción que tan desesperadamente hace falta”(24).

En Suecia, el Programa 21 es una realidad viva. Hay referencias constantes al Capítulo 28, con su requerimiento de agendas locales antes de 1996, en reuniones y documentos de política en los pequeños y grandes municipios. De acuerdo a lo establecido en el Programa 21 se está revisando todo: la planificación global, los sistemas de tráfico, el tratamiento de los desechos. No hay nada que me haga creer, dice Bo Kjellén, Embajador de Suecia, que seamos los únicos: los municipios están probablemente haciendo lo mismo en todo el mundo(25).

En nuestro país la situación actual no es tan optimista, ya que en las comunas se presentan distintos casos. En algunas se ha tomado mayor conciencia de los problemas ambientales y se está trabajando para solucionarlos, mientras que en otras están muy lejos de asumir un compromiso serio con el ambiente.

F.- Fortalecimiento del papel de los trabajadores y sus sindicatos.

El logro del desarrollo sostenible implica cambios profundos a nivel empresarial y los trabajadores son los principales afectados y por lo tanto deben ser los más interesados. Los sindicatos, en su carácter de representantes de los trabajadores, constituyen factores esenciales para lograr las condiciones adecuadas en el lugar de trabajo y en el ambiente natural conexo.

La Cumbre de Río consideró que no es posible el desarrollo sostenible sin erradicar la pobreza y una manera de lograrlo es brindando trabajo en ambientes seguros, limpios y saludables, complementado con ambientes de la comunidad y del ambiente natural en iguales condiciones.

Los sindicatos y los empleadores deberían establecer conjuntamente políticas ambientales y fijar prioridades para mejorar el entorno laboral y la actitud de la empresa respecto al medio ambiente. Los sindicatos deben colaborar en la elaboración de políticas de desarrollo sostenible, concertar acuerdos colectivos orientados a la consecución de resultados sostenibles y tratar de asegurar que los trabajadores puedan participar en las auditorias del medio ambiente en los lugares de trabajo y en las evaluaciones de impacto ambiental(6).

Sin embargo, aunque se desarrollen normas sobre el ambiente laboral y las obligaciones de empresarios y trabajadores, aún está poco incentivada la participación de los trabajadores en la mejora de las condiciones de trabajo, quienes a veces se muestran conformistas con la falta de seguridad en su lugar de trabajo debido a problemas socio-económicos como la desocupación, el empleo precario, la educación, etc.(31).

Para lograr una activa participación de los trabajadores es necesario que estos tengan estabilidad laboral y reciban mayor educación y formación en lo referente a la seguridad y salud en el lugar de trabajo como en la adquisición de actitudes para vivir de manera sostenible. También es necesario que los gobiernos y los empleadores fomenten el derecho a la libertad de asociación y de organización.

G.- Fortalecimiento del papel del comercio y la industria.

La experiencia histórica muestra que los agente económicos han hecho un uso irracional, no social y no sustentable de los recursos naturales. La degradación de los recursos es el resultado de pretender obtener el máximo beneficio económico en el menor tiempo posible, sin importar el interés social afectado.

“En la reunión previa a la Conferencia, organizada por la Cámara de Comercio Internacional (Río de Janeiro), se subrayó la importancia de la comunidad comercial para que la Conferencia fuera un proceso continuo. Se recalcó asimismo, la responsabilidad de los gobiernos de enviar al sector privado los mensajes correctos para alentarlos a adoptar medidas ecológicamente racionales. El informe del Consejo Empresarial del Desarrollo Sostenible apunta en el mismo sentido. La preocupación ambiental a más largo plazo no debe considerarse una amenaza, sino un estímulo y una oportunidad para la comunidad comercial”(18).

En la inauguración de la Cumbre de Río, la Primera Ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland planteó que “Existe la necesidad de crear un mejor clima para las inversiones privadas y desarrollar modalidades de colaboración nuevas e innovadoras entre los gobiernos y las empresas”(26).

La industria siempre ha desempeñado una función muy importante en el desarrollo social y económico de una región o país. Hoy debe asumir el desafío del desarrollo sustentable ambientalmente. En el plano microeconómico de las empresas, el desarrollo sustentable significa un cambio de rumbo en dirección a la eco-eficiencia (es decir una eficiencia económica y ecológica al mismo tiempo). Los precios de los bienes y servicios deberían reflejar sus costos económicos y ambientales. Los efectos negativos sobre el medio ambiente deberán ser internalizados, es decir asumidos por quien lo produce; sólo de esa manera se logrará que los responsables paguen los daños que causan. Esto es primordial para inducir cambios en la conducta de los consumidores y de los productores. El término eco-eficiente debe ser usado para describir empresas que producen bienes y servicios útiles mientras reducen sus niveles de consumo y contaminación(23).

En Suecia el sector empresarial está constructivamente cumpliendo el nuevo reto de Río. Como el periódico Financial Times lo expresó después de la Conferencia, “Las empresas tendrán que reconocer que las políticas de los gobiernos se están orientando cada vez más a la protección del medio ambiente, que habrán más instrumentos económicos para promover la producción en armonía con el medio ambiente; y que la acción local y nacional se usará cada vez más para satisfacer los intereses globales”. Y los comercios y las industrias están respondiendo al desafío: están apareciendo nuevos productos, nuevos procesos de producción y nuevas estrategias mercadotécnicas con el énfasis en la protección del medio ambiente(25).

En la Segunda Jornada Nacional de Política, Economía y Derecho Industrial Ambiental en Buenos Aires, Alberto Morán(27) (especialista en políticas ambientales a nivel industrial) manifestó que “la instrumentación de políticas y operaciones novedosas en el comercio y la industria está permitiendo una mayor eficacia de los procesos de producción, tecnologías y procedimientos ambientalmente amigables a lo largo del ciclo de vida del producto, de forma que reduzcan o eviten los residuos. Cada vez son más las empresas, que voluntaria u obligatoriamente, comienzan a aplicar políticas y programas de producción responsables realizando auditorias y evaluaciones del cumplimiento de las normas legales. A esto han contribuido las reglamentaciones impuestas en muchos países, la creciente conciencia de los consumidores y el público en general y también los empresarios”.

H.- La comunidad científica y tecnológica.

“La ciencia y la tecnología nos han dado una civilización basada en el conocimiento. Su uso errado y sus resultados imprevistos han dado origen a los riesgos y desequilibrios que hoy nos amenazan. Al mismo tiempo, esa civilización nos da la percepción que necesitamos para orientar nuestras decisiones y los instrumentos que nos hacen falta para adoptar las medidas que han de dar forma a Nuestro Futuro Común. La orientación de la ciencia rara vez será tan precisa como para eliminar toda incertidumbre. En las cuestiones que afectan a nuestra supervivencia, no nos podemos dar el lujo de esperar la certeza que sólo puede darnos la perspectiva histórica. Debemos basarnos en la prudencia, con la guía de las mejores pruebas palpables de que disponemos”(7).

El acceso a las tecnologías ecológicamente racionales reviste suma importancia en cada uno de los temas del Programa 21. Existe la necesidad de dedicar muchos más recursos al desarrollo de tecnologías inocuas para el medio ambiente que sean nuevas y viables”(26). Esto quedó plasmado en el Principio 9(5): “Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, e intensificando el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías, entre éstas, tecnologías nuevas e innovadoras”.

En el caso del desarrollo rural sustentable requiere una creciente elaboración y prueba de tecnologías biológicas y físicas en ambientes locales; el desarrollo de sistemas agrícolas nuevos e hibridación de los existentes; el uso de un espectro muy amplio de cultivos y animales domésticos y semidomésticos; la restauración de los sistemas residuales que respeten la forma y orientación del paisaje natural(23).

Actualmente estamos siendo impulsados hacia una revolución, hacia una serie de cambios profundos que son la consecuencia del problema energético. La era del derroche y desenfreno que ocasiona tantos de los problemas ambientales debe terminar y para ello la comunidad científica y tecnológica debe asumir el compromiso de encontrar la manera de utilizar de manera económica y eficiente energías alternativas menos contaminantes y renovables(28).

El papel que la comunidad científica debe asumir en el logro de alternativas productivas sustentables es muy importante. Si bien muchos científicos han tomado conciencia de ello aún falta mucho para que toda la comunidad científica actúe en el mismo sentido. Además, resulta necesario que se incentive a los mismos a través de subsidios y fondos para la investigación orientada hacia la obtención de tecnología para el desarrollo sustentable.

I.- Fortalecimiento del papel de los agricultores.

Cuando se habla de comunidades agrícolas locales se incluye a las comunidades pescadoras, cazadoras y pastoriles. Si bien existen superposiciones parciales en la constitución de comunidades agrícolas y pueblos indígenas, en muchos casos, estos últimos han logrado un cierto grado de reconocimiento legal(29).

El uso del concepto amplio de “comunidades locales” (incluyendo agricultores y pueblos indígenas) comprende un conjunto de diferentes realidades organizativas y culturales. Pero poseen algunos puntos comunes(29):

* Posesión y acceso a un conocimiento tradicional de ecosistema.

* Relaciones especiales con su ambiente, que a menudo, incluye elementos culturales, espirituales, sociales, económicos y tecnológicos.

* Posiciones colectivas sobre la propiedad, uso, custodia, distribución y disfrute de los recursos naturales, coexistiendo con medios internos / externos de usufructo / posesión individual.

* Larga experiencia como criadores y gestores de diversidad biológica, como parte del conocimiento sustentado de su cosmovisión cultural.

* Un sentido compartido de comunidad, adquirido a través de lazos históricos o de eventos circunstanciales.

La mayoría de las comunidades rurales en países del tercer mundo está constituida por organizaciones agrícolas con sistemas de producción integrados que proporcionan: alimentos, plantas medicinales, combustible, abrigo, abonos orgánicos y vestimenta. Incluso, un importante porcentaje de los sectores pobres urbanos practica alguna forma de agricultura de subsistencia.

A pesar de que la agricultura ha sido la base del desarrollo económico, las políticas para apoyar a las comunidades agrícolas locales y para mejorar su nivel de vida (educación, salud y otros servicios básicos) han sido casi nulas. El reciente reconocimiento a las sociedades agrícolas tradicionales en el derecho internacional debe considerarse como un progreso importante.

En la India, muchas de las comunidades rurales pusieron su futuro en sus propias manos y devolvieron el verdor a su tierra degradada, demostrando que el desarrollo sostenible puede ser una realidad. Los pueblos de Sukhomajri, Seed y Ralegan Siddhi han tomado decisiones de cambio en sus actividades productivas rurales, provocando cambios hacia el desarrollo sostenible. Estos no son más que tres ejemplos que demuestran que la autogestión de los recursos ecológicos augura un porvenir francamente verde. Cientos de otros pueblos están también respondiendo a la crisis ecológica, pero necesitan un empujón del gobierno, el cual debe promulgar leyes que creen en los pueblos e instituciones democráticas con control legal sobre el medio ambiente(30).

La agricultura va a tener siempre un costo ecológico, lo importante es minimizarlo. Para ello se requiere que los que realizan agricultura en grandes escalas empiecen a realizar una agricultura más conservacionista. La transición a una agricultura sustentable requiere nuevas formas de financiamiento y ciertas intervenciones a nivel macroeconómico (política de precios, de impuestos, de mercado), debe incluir el uso de tecnologías y prácticas que puedan ser ecológicamente sustentables y a su vez refuercen la productividad.

En Argentina la transición al desarrollo sustentable requerirá tiempo y esfuerzo, ya que los pequeños y medianos productores no tienen acceso al crédito para la compra de maquinaria y el sistema cooperativo está en colapso, funcionan algunas cooperativas para la comercialización, pero no para la producción. Los agricultores que subsisten es porque se diversifican y si no, arriendan sus campos. El desarrollo rural sustentable necesita de una política agraria a largo plazo que países como Argentina, se rehúsan a establecer(23).

Opinión de la población

Desde 1997 se viene realizando una encuesta destinada a monitorear las principales prácticas, creencias y opiniones de la gente en el campo ambiental (Environmental Monitor) en más de 20 países de todo el mundo. Las encuestas se realizaron a aproximadamente 1000 personas de cada país con más de 15 años de edad y constaban de 32 preguntas. Con respecto a algunas preguntas se utilizó, para cotejar los datos, el reporte sobre “La salud del planeta” de1992 (32).

Los resultados obtenidos demuestran un mayor y creciente interés por parte de la población mundial hacia el medio ambiente y sus problemas. Las personas de los países desarrollados demuestran ser las más interesadas, y entre estas, principalmente aquéllas que viven en grandes ciudades, donde la calidad del ambiente es cada vez menor.

Mayorías crecientes en el mundo industrializado creen que la protección ambiental debe ser prioritaria ante el crecimiento económico. Sólo en dos países de los encuestados consideraron que ambos deben tener prioridades igualitarias y en ninguno se dijo que el crecimiento económico debía tener prioridad. Las poblaciones de Europa del Este, de África y de Latinoamérica son menos propensas a poner en primer lugar los problemas ambientales por sobre la economía. En Latinoamérica gran cantidad de personas creen que ambos están al mismo nivel de importancia.

Las personas que poseen un nivel de educación y de ingresos superiores y los que pasan más tiempo en contacto con la naturaleza se inclinan a dar prioridad al medio ambiente por sobre la economía y viceversa, los que tienen menores niveles de educación creen que el crecimiento económico debe ser prioritario.

La mayoría de la gente piensa que tanto los países industrializados como los en vías de desarrollo son responsables por igual de los problemas ambientales. En siete países (Finlandia, Suiza, Alemania, Italia, España, Inglaterra, Japón) la mayoría cree que son más responsables los países industrializados. En ningún país la gente carga más culpa sobre los países en vías de desarrollo. En general, tanto la gente de los países avanzados de Europa del Oeste y Japón, como la gente de los países en vías de desarrollo tienden a culpar a sus propios países.

Existe también una mayor preocupación por la salud, considerando que ésta se ve afectada por los problemas ambientales, especialmente con relación a las generaciones futuras. Por lo tanto, el tema del ambiente es visto como una cuestión de supervivencia del hombre.

De acuerdo a los que evaluaron las encuestas, se cree que de aquí a cinco años el problema ambiental será dominante en la agenda pública, en especial en lo que se refiere a la salud de las futuras generaciones(32).

Mientras tanto un servicio informativo que monitorea las acciones de Naciones Unidas, afirmó que las luchas ambientalistas mundiales se trabaron en 1997. El periódico Earth Times opinó que este año se destacó por una especie de “retirada verde” en el ámbito ecologista y, en particular, de atascamiento en todo lo que se refiere a la ONU y al quehacer de las organizaciones civiles(33).

Todas las iniciativas internacionales giraron en torno a la imagen que resaltaba los cinco años transcurridos desde la histórica conferencia ECO’92, pero mes a mes se acumularon las palabras y escasearon las acciones. En la cuarta reunión de asuntos financieros referidos a la activación del Programa 21 (Santiago de Chile), no se alcanzó siquiera a esbozar un compromiso informal para tratar de obtener los fondos necesarios. En el foro no gubernamental Río+5 llevado a cabo en Río de Janeiro con el objetivo de finalizar y adoptar una Carta de la Tierra que había quedado inconclusa cinco años antes, el episodio volvió a repetirse y la prensa mundial resaltó el vacío. La Asamblea General de la ONU, en Nueva York, se constituyó como una Cumbre de la Tierra+5 y convocó a jefes de Estado para ajustar un organigrama del Programa 21 y la Carta de la Tierra y tampoco pudo concretarse.

Por su parte, el informe anual sobre Desarrollo Humano preparado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), remarcó que salvo algunos avances aislados, la pobreza y la miseria colectivas pasaron a ser una constante en el mundo desarrollado y en los países en desarrollo.

Conclusiones

Desde hace mucho tiempo todos los hombres contribuyen al agotamiento de los recursos naturales y a la contaminación; por un lado, en los países en desarrollo el impacto está relacionado con la pobreza y por otro, en los países industrializados como resultado del exceso de consumo y la eliminación de desperdicios. Algunos sectores de la población mundial tienen en claro esta situación; sin embargo, la falta de conocimiento y de información adecuada sobre los problemas del ambiente en gran parte de la población, son las principales causas de esta situación.

A partir de la Cumbre de Río en 1992 los Estados se comprometieron a lograr una serie de objetivos, políticas y mecanismos tendientes al desarrollo sostenible y definieron en los documentos elaborados, la importancia que tiene la participación de los distintos sectores de la sociedad para lograrlo. Se reconoció el conocimiento empírico que sobre el ambiente poseen las mujeres y las comunidades locales (incluyendo pueblos indígenas, agricultores, pescadores) pero se ha avanzado poco para lograr la efectiva participación de los mismos en la gestión de los recursos naturales.

Se reconoció que los jóvenes y niños tienen en claro cual es el mundo que ellos desean y el futuro que les espera si continúan las cosas como hasta el presente; pero los que tienen el poder cuando deben decidir respecto a cuestiones medioambientales, priorizan el presente y se “olvidan” que sus decisiones afectarán la calidad de vida futura.

Por primera vez las ONGs tuvieron amplia participación y ésto fue reconocido mundialmente; sin embargo cuando alguna de estas organizaciones no coincide con políticas que están lejos del desarrollo sostenible y así lo expresan, deben recurrir a medios en los cuales a veces ponen en juego su propia vida para ser escuchados.

Si bien los grandes empresarios (industriales y comerciantes) fueron exhortados a colaborar para disminuir la degradación ambiental y mejorar la calidad de vida de los obreros, son pocas las empresas que han asumido su responsabilidad espontáneamente; y si bien se han logrado algunos avances, ha sido gracias a la escasa, pero creciente, legislación que pone límites a la contaminación o establece mecanismos (castigos o premios, según corresponda) a aquellas empresas cuya actividad productiva tiende a ser más eficiente (menor consumo de energía), menos contaminante y con menos riesgos para sus empleados.

También se reconoció la necesidad de que los científicos trabajen en pos del logro de tecnologías menos impactantes y más limpias. Sin embargo, generalmente las políticas de investigación, y por ende los subsidios, están dirigidas a lograr tecnologías más productivas que no siempre son las más conservacionistas.

Por último, es necesario que las distintas sociedades cambien sus costumbres y actitudes a fin de lograr, por un lado una mejor distribución de riquezas y por otro la conservación y/o mejoramiento de los recursos y el ambiente; pero, ello requiere intensificar la información sobre los problemas del ambiente y educar sobre la manera en que cada uno puede ayudar a solucionarlos. Para esto hacen falta medios de comunicación comprometidos con este fin y educadores expertos en educación ambiental y, por sobre todo disponer de los fondos necesarios para llevar adelante las acciones propuestas en el Programa 21.

Referencias

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  • (26) Declaraciones de la Sra. Gro Harlem Brundtland, Primera Ministra de Noruega y Presidenta de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. 03/06/92. Brasil.
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* Especialista en Gestión Ambiental

Profesora de Ecología y Pastizales Naturales

FICES – UNSL

La participación social para el desarrollo sostenible

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