Editorial

HOLA A TODOS!!

Creo que no nos equivocaríamos si decimos que una de las frases que más veces hemos escuchado este año es : «fin de milenio» o su variante «el último del milenio». Junto a ello, también hay que decirlo, se sucedieron informaciones que aseveraban que el 2000 implicaba un nuevo milenio y otras tantas señalando por que razón éste, no era el fin de milenio y así, nos pasamos el año.

Mientras tanto, cada uno seguimos con nuestras actividades, yendo y viniendo, en esa loca heterogeneidad que es la vida cotidiana de los argentinos. Y los universitarios…no somos la excepción. A esa heterogeneidad le agregamos los particulares matices de vivir en este país, donde la educación y el conocimiento, siempre lucen bien en cualquier discurso, pero la realidad….a veces transita por otro carril.

Los universitarios argentinos llegamos al milenio con un par de cosillas que alteraron los ánimos…y no hablamos ya del presupuesto que continuó sin variantes, o sea, en pocas palabras: escaso. Tampoco mencionamos el tema salarial, que también, quizá para no crear falsos entusiasmos, siguió…sin ninguna modificación. Para muchos, «ese oscuro objeto del deseo» se objetivó en una palabra: incentivo…y a partir de allí se modificaron algunas prácticas y muchos humores.

Y así, sobreviviendo a ajustes económicos e intentando resguardar algunas utopías, si no del fin del milenio, al menos el final de un año, de una particular década, fuimos llegando, cansados, expertos en informes y con alguna utopía escondida en el bolsillo.

Por eso este mensaje, para agradecer y para anunciar propuestas. Porque el proyecto que iniciamos en 1997, sigue teniendo vida y deseos de continuar; porque cada día nos fuimos encontrando con amigos, con colegas que quisieron apostar por KAIROS. Ese proyecto que nos impulsó en 1997 a buscar un espacio donde la palabra fuese el medio de comunicarnos. No era una tarea muy fácil, porque algunos se habían encargado de banalizar y vaciar de significación la esencia de la comunicación que es justamente la palabra.

Y lo intentamos. Y hubo amigos que confiaron que era ese el KAIROS, el instante que corresponde vivir y allí debíamos construir «un nuevo espacio de reflexión, pluralista y crítico, abierto a la época que vivimos y a la comunidad científica» , como anunciaba en la Introducción del primer número la Lic. Esther Picco, por entonces Rectora de la Universidad Nacional de San Luis. A ella, a los prestigiosos cientistas que aceptaron integrar el Consejo Asesor y otros amigos que nos dieron su apoyo, nuestro reiterado agradecimiento. Pero también agradecemos a los que se asustaron con la propuesta porque debimos demostrarles que era posible construir un espacio para el debate, para el análisis, con calidad, con rigor científico, desde una pequeña unidad académica, desde una ciudad de provincia.

Luego, la realidad nos mostró que a veces no es suficiente la voluntad: nuevos ajustes presupuestarios tiñeron de incertidumbre la continuidad de KAIROS. Pero, la convicción, o la «tozudez», nos llevó a buscar alternativas para seguir. Y nos dejamos seducir por los bits sin imaginar por entonces cuantos átomos se encontrarían en el espacio de KAIROS.

En 1998 nos asomamos al ciberespacio y algunos, nuevamente, se asustaron. En alguna ocasión casi cedimos a la tentación de no continuar con el proyecto, pero algún bits nos recordaba que valía la pena el desafío.

Y llegamos a 1999. El ciberespacio nos había permitido superar límites de fronteras geográficas y nuestro KAIROS fue convirtiéndose en un espacio colectivo, donde la creatividad, el rigor científico, la honestidad intelectual, el respeto a las diferencias y la responsabilidad como ciudadanos, fue creciendo y ocupando un espacio entre los cientistas sociales, no sólo de la pequeña unidad académica donde se había generado la idea, sino de otros centros académicos del país y del extranjero. Debimos comenzar a decir: «lo incluiremos en los próximos números».

Y nos planteamos otro desafío: además de los clásicos artículos, agregaríamos un dossier donde se incluiría alguna temática especial. Otra vez, hubo amigos y colegas que confiaron en la idea y en este número de KAIROS iniciamos la nueva etapa incluyendo un dossier con algunos de los trabajos que se presentaron en la Comisión 8: Innovación tecnológica y Sociedad, del XXII Congreso de ALAS (Asociación Latinoamericana de Sociología), que se realizó en el mes de octubre del corriente año, en la la ciudad de Concepción, en Chile. A la Coordinadora de dicha Comisión y a los investigadores que participaron en la misma, vaya nuestro agradecimiento.

Si es el final de un milenio, o si aún falta un año para ello, no tiene mayor trascendencia para seguir apostando por una idea que ya logró su espacio y se volvió una realidad colectiva.

El bebé creció y la responsabilidad de su crecimiento ya es de todos. El espacio está abierto para todos los que seguimos creyendo en la palabra y en un par de ideas algo desvalorizadas pero esenciales: la honestidad, el trabajo conjunto, la creatividad y ….los sueños.

Un agradecimiento muy especial a los compañeros del Centro de Cómputos de la FICES, porque aceptaron el desafío de los bits sin olvidar la emoción de los átomos. También un profundo reconocimiento a las artistas plásticas que nos permitieron jugar con la magia y el talento en el diseño de cada una de las tapas de KAIROS.

Algunos señalan que el ciberespacio conduce a la «alienación»,que es tan sólo un medio donde no cabe la emoción. Quizá sea así. Pedimos disculpas por ocupar este espacio con sensiblerías. Tal vez, las ganas de compartir esta nueva etapa de KAIROS nos alejó de la rigurosidad propia de la academia.

Por los que creyeron en este proyecto, por los que apuestan por este espacio común…

«Para cruzarlo o para no cruzarlo
ahí está el puente

en la otra orilla alguien me espera
con un durazno y un país

traigo conmigo ofrendas desusadas
entre ellas un paraguas de ombligo de madera
un libro con los pánicos en blanco
y una guitarra que no sé abrazar

vengo con las mejillas del insomnio
los pañuelos del mar y de las paces
las tímidas pancartas del dolor
las liturgias del beso y de la sombra

nunca he traído tantas cosas
nunca he venido con tan poco

ahí está el puente
para cruzarlo o para no cruzarlo
yo lo voy a cruzar
sin prevenciones

en la otra orilla alguien me espera
con un durazno y un país».

Mario Benedetti: El puente

FELIZ AÑO O MILENIO!!!

Los que creemos en KAIROS.

Kairos 4 – Editorial

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