Luisa Arias

LA ALDEA GLOBAL

Desde que alrededor de 1930 surge la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas, comienzan a realizarse estudios teóricos acerca de este fenómeno al cual se atribuyeron a través de los años, gran variedad de efectos sobre los individuos y sobre la sociedad en la cual tenían lugar.

Desde las primeras teorías en las cuales se consideraba que los massmedia eran capaces de manipular a la «masa» hasta los estudios que tratan de articular las prácticas semiótico-textuales de los massmedia con los efectos que las mediaciones comunicativas producen en el sistema social, se han generado una multiplicidad de conceptos, que a partir de distintos abordajes han intentado dar cuenta de la participación de los medios en el desarrollo de la cultura, lo social, y los individuos.

Medios de dominación, generadores de significados y valores, mediadores simbólicos, constructores de la realidad, reproductores de discursos, encubridores de diferencias, los massmedia forman parte de manera cada vez más inseparable de toda práctica social. Las transformaciones tecnológicas hacen este fenómeno cada vez más omnipresente, y la globalización producida en todos los niveles, económico, político, social, tiene su eje en la comunicación generalizada. «…el intensificarse de los fenómenos comunicativos, el acentuarse de la circulación informativa hasta llegar a la simultaneidad de la crónica televisiva en directo (y a la aldea global de Mc Luhan) no representa sólo un aspecto entre otros de la modernización, sino en algún modo , el centro y el sentido mismo de este proceso» [1].

EL CAMPO PERIODÍSTICO

Partiendo de la concepción teórica de Pierre Bourdieu, intento analizar el fenómeno de la comunicación de masas demostrando la existencia de un campo periodístico.

Dice Bourdieu «Los campos se presentan para la aprehensión sincrónica como espacios estructurados de posiciones cuyas propiedades dependen de su posición en dichos espacios y pueden analizarse en forma independiente de las características de sus ocupantes….», «Un campo se define definiendo aquello que está en juego…para que funcione un campo, es necesario que haya algo en juego, y gente dispuesta a jugar…» [2]

Bourdieu distingue los campos sociales a partir del capital que está en juego, las diferentes variedades dentro de cada campo se convierten en el objeto central de las luchas y del consenso. Capital puede definirse «como conjunto de bienes acumulados que se producen, se distribuyen, se consumen, se invierten, se pierden. (Abarca) cualquier tipo de bien susceptible de acumulación, en torno del cual puede constituirse un proceso de producción, distribución y consumo, y por tanto, un mercado. En este sentido, los campos sociales pueden ser considerados como mercados de capitales específicos» [3]. El capital en juego alrededor del cual se construye el campo periodístico sería la noticia. Entendiendo la misma como la atribución de sentido a un acontecimiento determinado. El acontecimiento es algo que sucede de manera externa al sujeto, «todo hecho social es acontecimiento para los massmedia» [4], lo que los convierte en noticia es la atribución de sentido que contribuye a transformarlas en un bien deseado. «El sentido común intuye que la información produce poder y que el poder se reproduce mediante estructuras de información…La información puede aparecer entonces como un bien de intercambio, una mercancía que circula…El valor de la información reside en el beneficio que tiene para el otro» [5] La información como capital y mercado claramente definido, con reglas de juego propias y gente jugando el juego.

Alicia Gutiérrez a partir de los conceptos de Bourdieu sistematiza una serie de leyes generales del funcionamiento de los campos [6]. Veamos cómo se expresan estas leyes dentro del campo periodístico:

a) Es un espacio en el cual hay definida una estructura de posiciones y hay relaciones claramente definidas entre esas posiciones: pensemos en todas las posiciones que se ocupan en los medios de comunicación: periodistas, jefes de redacción, fotógrafos, camarógrafos, técnicos, anunciantes, accionistas, lectores, televidentes, etc.

b) Hay un capital específico en juego: la noticia y al igual que en otros campos, los agentes que ocupan posiciones en este campo deben poseer los habitus que les permiten adaptarse a las reglas del juego: «No nos olvidemos de Cabezas»

c) La estructura de este campo ha variado significativamente en las últimas décadas, influida sobre todo por los avances tecnológicos y la globalización de las comunicaciones. También se ha producido una marcada concentración de capital en grupos de poder que manejan distintas instituciones dentro de este campo: Agencias de noticias, multimedios.

d) Sin lugar a dudas puede decirse también que su estructura es un estado de las relaciones de fuerza entre los agentes o las instituciones comprometidos en el juego: Baste ejemplificar con el levantamiento del programa «Sin Límites», cuando sus periodistas pretendieron mostrar la construcción de la casa en Anillaco del presidente Menem o las consecuencias del levantamiento de publicidad oficial como castigo a un medio que no acepte las reglas del juego.

e) Además de un campo de fuerzas, un campo social determinado constituye un campo de luchas destinadas a conservar o transformar ese campo de fuerzas. Es decir, es la propia estructura del campo, en cuanto sistema de diferencias, lo que está permanentemente en juego. En definitiva se trata de la conservación o de la subversión de la estructura de la distribución del capital específico: Cuando surgió en la argentina un medio como Página 12, que alteró los modos tradicionales de presentar la prensa escrita, otros medios del país con una fuerte tradición, y un estilo definido, debieron adaptarse a este cambio que generaba adhesión en el público.

f) El campo social como campo de luchas no debe hacernos olvidar que los agentes comprometidos en las mismas tienen en común un cierto número de intereses fundamentales, todo aquello que está ligado a la existencia misma del campo como: una suerte de complicidad básica, un acuerdo entre los antagonistas acerca de lo que merece ser objeto de lucha, el juego, las apuestas, todos los presupuestos que se aceptan tácitamente por el hecho de entrar en el juego. Un ejemplo de esto sería el enmascaramiento de la fuente ideológica en la producción de la noticia.

g) Al hablar de luchas permanentes, de acumulación de capital, de estado de las relaciones de fuerza, etc., estamos considerando a los campos sociales en su aspecto dinámico, y rescatando la dimensión histórica de los mismos. En este sentido, agregamos que en los campos se producen constantes definiciones y redefiniciones de las relaciones de fuerza entre los agentes y las instituciones comprometidas en el juego. Esto se comprueba claramente al ver cómo históricamente ha variado la estructura de los campos, respondiendo al sistema político imperante, sobre todo en nuestro país donde hemos tenido la posibilidad de ver como afectan los regímenes autoritarios las relaciones de fuerza dentro de todos los campos y notablemente dentro del campo periodístico.

h) Asimismo también se definen y redefinen históricamente los límites de cada campo y sus relaciones con los demás campos lo que lleva implícita una redefinición permanente de los límites de la autonomía relativa de cada uno de ellos. En este caso también resulta pertinente ejemplificar acerca de los gobiernos militares donde la autonomía relativa de los campos adquiría límites difusos, ya que las fuerzas armadas eran las que fijaban las reglas del juego, y las hacían cumplir a cualquier precio.

EL DIARIO DE SAN LUIS

Intento a partir de este trabajo caracterizar a «El Diario de la República», único medio de prensa escrita de la provincia de San Luis, dentro del campo periodístico y comprobar la pertinencia del principio de la homología funcional, sobre todo en su relación con el campo político que en la provincia adquiere características particulares a partir de la dominación de tipo patrimonialista [7] ejercida por el Gobernador de la provincia, quien ocupa ese cargo desde 1983.

Para rescatar la dimensión histórica dentro de la conformación del campo periodístico en San Luis, citamos a Miguel Wiñasky quien relata el renacimiento del Diario de San Luis de la siguiente manera:

«A principios de 1984, pocos meses después de asumir el gobierno, los hermanos Rodríguez Saá incubaron la idea de adquirir el diario de San Luis, el de mayor circulación de la provincia. El propietario del Diario en ese entonces era Mario Hernando Pérez, un puntano de casi setenta años, que tenía graves problemas de salud y que padecía al mismo tiempo serios inconvenientes financieros. Durante los meses previos a la negociación, el gobierno dejó de hacer publicidad oficial en el diario de San Luis.

Dos hombres íntimamente ligados a los Rodríguez Saá fueron luego a visitar a Don Mario Pérez: Victor Hugo Hissa y Luis Antonio Amitrano. Lo convencieron rápidamente.

El 25 de setiembre de 1984 quedó concretado, a través de una Asamblea de Acciones el nuevo Directorio de la Editorial Nahuel S.A. …era vicepresidente Victor Hugo Hissa y como director quedó Luis Amitrano.

En esa época, la firma Editorial Nahuel S. A. arrastraba diversos juicios, entre ellos su propio concurso preventivo.

Se creó entonces una sociedad paralela, que fue absorbiendo lentamente los activos.

El 20 de noviembre de 1984, a apenas dos meses de la adquisición del Diario, Victor Hugo Hissa y Tomás Bertello, constituían una nueva Sociedad anónima bajo la razón social de Marzo S.A.

Meses más tarde Bertello renunció a la sociedad y lo sucedió la esposa de Hissa.

A partir de ese momento, El Diario se transformó en el vocero oficial del gobierno, y en el medio que absorbía la casi totalidad de la publicidad oficial.

A junio de 1990, El Diario de San Luis cobraba la tarifa para la publicidad oficial entre un 200% y un 300% más cara que la publicidad privada.

Simultáneamente, la mayoría de los empleados de la imprenta del Diario pasaron a trabajar en el Boletín Oficial. Y en 1991, el gobierno de Rodríguez Saá. privatizó en forma directa el Boletín Oficial. Lo compró el Diario de San Luis.

Los empleados del Diario no volvieron a Marzo S.A. Quedaron siendo empleados del Estado Provincial.» [8]

Una de las características de los campos es su autonomía relativa respecto a otros campos en relación al capital en juego y el mercado generado en torno a él. En el caso específico de la provincia de San Luis y su Diario aparece claramente presente el principio de la homología funcional y estructural. Este principio enunciado por Bourdieu señala la existencia de rasgos estructuralmente equivalentes (homología de posiciones) en conjuntos diferentes (distintos campos sociales). Al tener en cuenta la estabilidad de las relaciones de dominación-dependencia, evidencia las razones de algunas alianzas más o menos duraderas, que se instrumentan sobre la base de esta homología. Permite analizar la implementación de estrategias coordinadas entre dominados de diferentes campos o entre dominantes en distintos espacios de juego.

A partir de la hegemonía del régimen vigente en la provincia de San Luis, la estructura de los distintos campos que constituyen el espacio social de la Provincia responde de manera tan acabada al principio de la homología funcional y estructural, que llega a dudarse que estos campos sean realmente autónomos. El campo político fija las reglas y espera que los distintos campos respondan a ellas. Cuando esto no sucede, el principio de homología funcional se pone en evidencia ya que los agentes que ocupan posiciones dominantes en otros campos operan para conseguir la conservación de la estructura esperada.

Desde 1984 los directores del Diario de la República han sido agentes que ocupaban u ocuparían luego, posiciones homólogas en otros campos del Espacio Social, en todos los casos con el agregado de capital simbólico que da en esta provincia el contar con la confianza del gobernador Adolfo Rodríguez Saá: [9]

LUIS AMITRANO: Director de El Diario (1984-1986) Presidente del Banco Provincia. Ministro de Industria y Producción. Ministro del Superior Tribunal de Justicia. Interventor del Banco Provincia. Hoy miembro del Directorio de Edesal (concesionaria, a partir del proceso de privatización, del suministro y distribución de energía eléctrica en la provincia).

RAUL FOURCADE: Fue administrador de El Diario durante la gestión de Amitrano. Luego juez federal de San Luis y hoy miembro del Tribunal Oral Federal y Penal de San Luis.

CARLOS MAQUEDA: Ministro de Bienestar Social durante la gobernación militar del brigadier Hugo Di Risio. Director de El Diario (1987-1992). Ministro del Superior Tribunal de Justicia. Director de la biblioteca del Senado local. Hoy: juez de la Cámara Laboral de San Luis.

GUILLERMO CELI: Director de El Diario (1992-1994). Director de la FM Centro de propiedad del Obispado puntano. Hoy empleado del bloque de senadores del PJ.

ANGELA GUTIERREZ DE GATTO: secretaria del estudio jurídico de los Rodríguez Saá hasta 1984. Secretaria de la Juventud con rango de ministro. Directora de El Diario (1994-1996) mientras ejercía como diputada provincial.

ZULEMA RODRIGUEZ SAÁ DE DIVIZIA: Hermana del Gobernador. Secretaria de la Mujer con rango de ministro. Directora de El Diario desde 1996.

De esta nómina surge claramente que la posesión del capital propio del campo periodístico, la noticia, está determinada por la posesión del capital social definido como » conjunto de los recursos actuales o potenciales que están ligados a la posesión de una red durable de relaciones más o menos institucionalizadas de interconocimiento y de interreconocimiento; o, en otros términos, a la pertenencia a un grupo, como conjunto de agentes que no sólo están dotados de propiedades comunes susceptibles de ser percibidas por el observador, por los otros o por ellos mismos), sino que también están unidos por lazos permanentes y útiles». [10] Los efectos de esta especie de capital son particularmente visibles en aquellos casos en que diferentes individuos obtienen un rendimiento diferencial de un capital (económico o cultural) más o menos equivalente según el volumen de capital social que ellos pueden movilizar en relación a un grupo. El pertenecer al grupo de allegados al Gobernador de San Luis («el Adolfo») otorga el mayor volumen de capital social dentro de la Provincia. La pertenencia al grupo y su reconocimiento dentro del espacio social otorgan al mismo características que fijan el tipo de intercambio factible entre los agentes que poseen ese capital. El propio grupo fija sus límites y define el espacio más allá del cual el intercambio no puede tener lugar.

La pertenencia a este grupo también lleva aparejado un importante capital simbólico «que juega como sobreañadido de prestigio, legitimidad, autoridad, reconocimiento». [11]

Adolfo Rodriguez Saá es elegido gobernador en 1983 por el 40,5% de los votos. En 1987 es reelecto con el 51,4% y en 1991 -reforma constitucional de por medio- inicia su tercer mandato, en 1995 gana su cuarta postulación por casi el 70% de los votos. La fuerza legitimadora de los votos le brinda sin lugar a dudas, las condiciones sociales externas que le permiten envestirse del capital simbólico acumulado por quienes le otorgan ese mandato.

El juego que juega El Diario de San Luis tiene reglas que escapan a las fijadas en el campo periodístico, el objetivo no es reflejar el acontecimiento sino crearlo, para luego transformarlo en noticia, y construir de esta manera la realidad social. Como único medio escrito de la provincia tiene prácticamente el monopolio de la información, el canal de aire es estatal, los canales de cable optan por conservar la estructura de la distribución del capital específico, sólo algunas FM apuestan a subvertir esa estructura, mientras que el resto de ellas juega el juego que marca El Diario.

Operando con la estructura del campo periodístico y generando un proceso de producción, distribución y consumo de la noticia como capital específico, el Diario de san Luis pierde en parte su autonomía operando como un subcampo del campo político de la provincia.

EL DISCURSO DE «EL DIARIO» o el discurso del poder a través del diario.

El Diario de San Luis utiliza su capital específico para legitimar desde otro campo distinto del político, el discurso del gobierno de la Provincia, produciendo o reforzando simbólicamente la tendencia a privilegiar determinados aspectos de la realidad. Las opiniones opuestas al discurso hegemónico no tienen cabida, si bien eventualmente para generar una ilusión de divergencia se reproducen algunas opiniones con apariencia de críticas.

Tal como afirma Bourdieu «los enfrentamientos de visiones y pre-visiones de la lucha propiamente política, contienen una cierta pretensión de la autoridad simbólica en tanto que poder socialmente reconocido a imponer una cierta visión del mundo social, es decir, a imponer divisiones del mundo social». [12]

Desde octubre de 1996 y como una manera de reafirmar las relaciones de fuerza del campo político frente al campo judicial que no aceptaba las reglas de juego impuestas por el gobierno provincial, el diario de San Luis como portavoz autorizado, lleva a cabo una campaña de desprestigio del Superior Tribunal de la Provincia a través de una especie de editoriales sin firma y con un estilo que hace alarde de su falta de objetividad, abandonando el estilo periodístico y dando por verdaderos una gran cantidad de datos de los cuales no se ofrece ningún tipo de prueba.

A continuación se reproducen algunos de estos «editoriales» extraídos textualmente de El Diario de La República y se analizan a partir de los conceptos de Bourdieu.

EMPLEADOS JUDICIALES AL BORDE DEL ATAQUE DE NERVIOS: [13]

El Poder Judicial tiene un presupuesto que lo aprueba por ley la Legislatura.

No pueden gastar un peso más de lo que le autoriza la Legislatura.

Esta es una regla ineludible.

Es una norma de la Democracia.

Es un mandato de la Constitución.

Además existe una ley que determina que el Poder Judicial administra sus propios fondos.

A nadie pueden echarle la culpa si se gastan mal los fondos.

Tanto tienen, tanto deben gastar, y ellos mismos son los que la gastan.

El Superior Tribunal habría consumido su presupuesto este mes.

Es un acto de corrupción.

Los empleados judiciales no cobrarían sus sueldos.

Sin embargo tiene más de 100 ñoquis.

Un ejercito de secretarios privados.

Abogados relatores que suscriben los fallos.

Un moblaje suntuoso.

Y últimamente una «batería» de Movicom.

El Diario ha recibido «un mandato para hablar y actuar en nombre del grupo, constituido así en él y para él,…como agente capaz de actuar por las palabras sobre el mundo social». [14]

De alguna manera el discurso del Gobierno es puesto en circulación por El Diario. «Esta acción pretende producir e imponer representaciones del mundo social capaces de actuar sobre él actuando sobre la representación que de él se hacen los agentes. O, más concretamente, pretende hacer o deshacer los grupos -y, al mismo tiempo, las acciones colectivas que esos grupos puedan emprender para transformar el mundo social de acuerdo con sus intereses- produciendo, reproduciendo, o destruyendo las representaciones que corporeizan esos grupos y las hacen visibles para los demás». [15] Siguiendo el ejemplo de la crisis del Poder Judicial veamos como El Diario se vale de su capacidad para imponer representaciones:

DESPRESTIGIO: [16]

Al archiconocido desprestigio que sufre el Superior Tribunal, se suma ahora que el pedido de aumento de partidas la sociedad lo visualiza como un acto de corrupción.

La sociedad se pregunta:

Cómo es posible si por ley se fija un presupuesto para la Justicia que ahora la misma gasta más de lo establecido?

Si existe una ley por la cual la Justicia maneja los fondos:

Como es posible que quienes deberían ser un ejemplo en la sociedad ahora resulta que no pueden pagar no los sueldos?

Porque el pueblo que esta en emergencia económica debe pagar el despilfarro que hacen estos buenos señores?

«Miren si deciden donar sus sueldos. La administración de justicia ha dejado de ser una tarea de prestigio social, se ha convertido en un gran negocio, los ministros del Superior Tribunal de Justicia viven una vida de reyes, no puede ser que pidan aumento de partidas»

(Todas las notas del Diario de la República sobre el tema de la «crisis judicial» desde octubre a la fecha vienen acompañadas de un fotomontaje donde se muestra al Presidente del Superior Tribunal de Justicia con gorra de militar y en calzoncillos)

El Diario explicita la representación social de los agentes que ocupan posiciones elevadas dentro de la justicia «deben dar el ejemplo» «gozan de prestigio social» para luego destruir esas representaciones e impedir de esa forma la adhesión a las acciones que ese grupo puede llevar adelante, contra el poder hegemónico.

Se consigue a través de la nominación, dando nombre a las representaciones, construir la estructura simbólica del mundo social, logrando en este caso particular, dado el monopolio de la noticia que detenta El Diario, que ésta sea ampliamente reconocida.

A partir de la legitimación oficial evidenciada a partir de las sucesivas elecciones, Adolfo Rodríguez Saá se presenta como el poseedor del lenguaje de autoridad, con la complicidad de aquellos a quienes gobierna. Los discursos como relación simbólica de fuerzas entre un productor y un consumidor no solo tienen como objetivo ser comprendidos, decodificados; también aparecen como destinados a ser creídos y obedecidos.

El discurso de autoridad se basa en el hecho de que no importa tanto que sea comprendido (e incluso en ciertos casos, si lo fuera perdería su poder) sino que sea reconocido como tal. Obviamente este reconocimiento se concede sólo bajo ciertas condiciones: debe ser enunciado en una situación legítima, de forma legítima, y por la persona legitimada para pronunciarlo.

El Diario se ha convertido en el portavoz del discurso de autoridad y se encuentra oficialmente acreditado para emitirlo a partir de la delegación efectuada por el gobernador, quien es el poseedor oficial de ese discurso.

El discurso de autoridad opera como un discurso performativo «…contribuye prácticamente a la realidad de lo que enuncia por el hecho de anunciarla, de preveerla y de hacerla pre-ver, de hacerla concebible, y sobre todo, creíble y crear de esta forma la representación y la voluntad colectiva que pueden contribuir a producirla». [17] Las palabras tienen el poder de prescribir bajo la apariencia de describir o de denunciar bajo la apariencia de enunciar.

El enunciado performativo cuando es pronunciado por quien está habilitado para ello, es decir, por un portavoz que actúa en nombre del grupo, puede dar lugar a provocar un efecto, la asignación de ciertas representaciones a un grupo puede llevar a que el mismo grupo actúe haciéndose cargo de esas representaciones.

ARANCIBIA SOTO DUEÑO Y SEÑOR: [18]

Daniel Arancibia Soto está procesado por el delito de «Extorsión en grado de tentativa. Hurto de instrumento privado».

Es el intendente de todo Tribunales.

Gana 1.500 pesos.

El Superior Tribunal le paga la luz.

Además le paga el gas natural.

Además le paga las expensas.

Además le paga las tasas municipales.

El departamento esta a dos cuadras de la plaza principal de San Luis.

Si lo tuviera que alquilar por lo menos debería pagar 700 pesos.

Hace y deshace.

Quien lo protege?…

..Quien lo apadrina?

Ocupa un lujoso departamento de Tribunales…

…Cuando le allanaron su domicilio le encontraron 700 llaves que abren todas las puertas de Tribunales.

Inclusive una llave maestra que abre todas las puertas, inclusive la de la sección Contaduría.

Sabe todo lo que pasa en el Poder Judicial.

Daniel Arancibia Soto es de nacionalidad chilena.

Ingreso al país en 1975.

Arancibia Soto, dueño y señor de Tribunales.

Luego de estas acusaciones con fecha 23/11/97 El Diario publica un Facsímil de la resolución por la cual el Superior Tribunal de justicia resolvió suspender en sus funciones al señor Daniel Arancibia Soto:

Resolución Nº 42 s.s.96.

San Luis, noviembre diecinueve de mil novecientos noventa y seis.-

AUTOS Y VISTOS: Atento el informe del Juzgado de Crimen Nº 1 que antecede, recibido en la fecha, emitido a requerimiento de este Superior Tribunal, y surgiendo del mismo que como consecuencia de la causa penal que se instruye a Daniel Arancibia Soto, que él mismo se encuentra procesado, como así también con acusación fiscal.

Por ello, SE RESUELVE: 1) SUSPENDER PREVENTIVAMENTE en sus funciones a DANIEL EDUARDO ARANCIBIA SOTO, sin goce de haberes, a partir de su notificación…

El mismo día aparece una carta del mencionado Daniel Arancibia Soto, que en uno de sus párrafos expresa:

Soy de nacionalidad chilena, residente en este país hace ya muchos, en el cual he desempeñado diversas tareas laborales. En cada ámbito pude gozar de la hospitalidad de este pueblo argentino y puntano, al punto de sentir el mas profundo orgullo cuando designado encargado general del edificio de Tribunales por el Superior Tribunal de Justicia (doctores Niño, Taurant, Bianchi. Gatica), corroboré la grandeza de este pueblo que no repara en condiciones étnicas, sino más bien en la sola aptitud e idoneidad de las personas.

En lo que respecta concretamente a las publicaciones aludidas de los días 13,14,18,20 y 21 del corriente mes y año, debo sostener con absoluta seguridad que han sido parciales, antojadizas e inexactas.

El Diario denuncia al Superior Tribunal de otorgar privilegios a un señor, que, además de estar procesado por un delito, es «chileno», representación que en la provincia de San Luis tiene una fuerte connotación negativa. Y su denuncia funciona como un enunciado prescriptivo, logrando que el Superior Tribunal suspenda en sus funciones al nombrado, y que el propio Soto asuma públicamente la culpa de ser chileno.

A partir de estos hechos en su misma edición El Diario publica una de sus clásicas notas en la cual hace su propia interpretación de los hechos, y por la magia de la nominación convierte al Sr. Soto de «delincuente», «apadrinado», y «chileno» en ejemplo de dignidad.

DIGNIDAD:

Daniel Arancibia Soto denuncia el estado de desorden en las oficinas y secretarías que manejan administrativa y contablemente el Poder Judicial.

Arancibia Soto reconoce que El Diario de la República tenía razón.

Arancibia Soto está procesado.

Arancibia Soto hace autocrítica.

Ante esto el Tribunal Superior ahora lo sanciona.

Esperaron que Arancibia Soto los denunciara para sancionarlo.

Contesten con dignidad.

Se rompió el romance.

Arancibia Soto digno.

El Superior Tribunal no.

El grave riesgo de la magia performativa es que la palabra del portavoz concentra el capital simbólico ejerciendo de esta manera su efecto social más específico: «la violencia propiamente simbólica, que sólo puede ser ejercida por quien la ejerce y sufrida por quien la sufre en una forma tal que sea desconocida en tanto que tal, es decir, reconocida como legítima. [19]

La censura dentro del campo periodístico de San Luis es ejercida a partir de la estructura del propio campo. Desde los directores de El Diario hacia abajo, todas las posiciones están ocupadas por agentes que mantienen un discurso compatible con la definición objetiva de la posición. De esta manera la censura no necesita manifestarse en forma de prohibiciones explícitas y sancionadas por una autoridad institucionalizada.

«Entre las censuras más eficaces y disimuladas, pueden incluirse todas aquellas que consisten en excluir a determinados agentes de la comunicación excluyéndolos de los grupos que hablan o de los lugares donde se habla con autoridad». [20]

Quienes, dentro del campo, no son poseedores del lenguaje de autoridad, no son censurados explícitamente, pero ya expusimos que dentro de la provincia ésto sólo sucede en algunas FM independientes que son escuchadas por grupos reducidos, y no logran subvertir la estructura del campo.

Como en la magia del circo, la magia performativa de los discursos cobra sentido si se desconocen los trucos utilizados. El haber intentado demostrar cómo está estructurado el campo periodístico en la provincia, y la eficacia performativa del discurso de autoridad, tendrá algún efecto si contribuye a cuestionar la percepción del espacio social, construida a partir de este discurso.

Para finalizar cito nuevamente a Bourdieu [21]: «La ciencia de los mecanismos sociales…, puede ponerse al servicio de un dejad-hacer oportunista, aplicado a racionalizar el funcionamiento de esos mecanismos. Pero puede también fundar una política orientada hacia fines totalmente opuestos, una política que, rompiendo tanto con el voluntarismo de la ignorancia o de la desesperanza como con el dejad-hacer, se equipe con el conocimiento de esos mecanismos para intentar neutralizarlos y busque en el conocimiento de lo probable no una incitación a la dimisión fatalista o al utopismo irresponsable, sino el fundamento de una negativa de lo probable fundado en el dominio científico de las leyes de producción de la eventualidad rechazada». Que así sea.

BIBLIOGRAFÍA

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LECHNER, Norbert. La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado. Ed. Siglo XXI. Madrid. 1986.

MARTÍN BARBERO, Jesús. De los medios a las mediaciones. Comunicación cultura y hegemonía. Ed. G.Gilli Mass Media. México. 1993.

SARLO, Beatriz. Escenas de la vida posmoderna. Intelectuales, arte y videocultura en la Argentina. Ed. Ariel. Bs. As. 1995.

SARLO, Beatriz. Instantáneas. Ed. Ariel. Bs. As. 1995.

TROCELLO, M. Gloria. El discurso de la identidad puntana y su función en la legitimación de un régimen patrimonialista. 1º Congreso Nacional de Ciencia Política «El malestar en la democracia», S.A.A.P. Huerta Grande. Noviembre de 1993.

VATTIMO, Gianni. La sociedad transparente. Ed. Paidós. España. 1994

WIÑASKY, Miguel. El último feudo. San Luis y el caudillismo de los Rodríguez Saá. Ed. Planeta. Bs.As. 1995.

WOLF, Mauro. La investigación de la comunicación de masas. Crítica y perspectivas. Paidós. México. 1991.

 

NOTAS

[1] VATTIMO, Gianni. La sociedad transparente. Ed. Paidos. España. 1994. pag. 93

[2] BOURDIEU, Pierre. Sociología y Cultura. Ed. Grijalbo. México. 1984. pags. 135-131

[3] GUTIERREZ, Alicia. Pierre Bourdieu: las prácticas sociales. Centro Editor de América Latina. Bs. As. 1994. pag. 24

[4] ALSINA, Miguel R. La construcción de la noticia. Ed. Paidós. Barcelona. 1993. pag. 93

[5] LECHNER, Norbert. La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado. Ed. Siglo XXI. Madrid. 1986. pags. 101-102

[6] GUTIERREZ, Alicia. Ob.cit. pags. 21-23

[7] TROCELLO, M. Gloria: El discurso de la identidad puntana y su función en la legitimación de un régimen patrimonialista. 1º Congreso Nacional de Ciencia Política «El malestar en la democracia», S.A.A.P. Huerta Grande. Noviembre de 1993.

[8] WIÑASKY, Miguel El último feudo. San Luis y el caudillismo de los Rodríguez Saá. Ed. Planeta. Bs. As. 1995. págs. 105-107

[9] Los datos obtenidos acerca de los Directores del Diario de San Luis desde 1984 a la fecha fueron proporcionados por los periodistas Mario Otero (FM Universidad) y Roberto Vinuesa (Corresponsal de La Nación)

[10] BOURDIEU, Pierre. Le capital social. Citado en GUTIERREZ, Alicia. Ob. cit. pag. 27

[11] Ibídem pag. 29

[12] BOURDIEU, Pierre. ¿Qué significa hablar? Economía de los intercambios lingüísticos. De. Akal. Madrid. 1985. pag.66

[13] El Diario de la República. 31/10/96. pag. 4

[14] BOURDIEU, Pierre. ¿Qué significa hablar?. Ob. cit. pag. 49

[15] BOURDIEU, Pierre. Qué significa hablar. Ob. cit. pag. 96

16] El Diario de la República. 30/10/96. pag. 4

[17] BOURDIEU, Pierre. Qué significa hablar. Ob. cit. pag. 97

[18] El Diario de la República. 19711/96. pag. 2

[19] BOURDIEU, Pierre. Qué significa hablar. Ob.cit. pag. 111

[20] Ibídem pag. 110

[21] Ibídem pags. 103-104

El Diario de San Luis. Una lectura desde Bourdieu.

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