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Los trabajos aquí compilados fueron presentados en el Simposio Identidades y Multiculturalidad en las Ciudades que fuera organizado y coordinado por Omar Jerez y Mónica Lacarrieu en el marco de las VII Jornadas de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, desarrolladas en octubre del 2002 en la ciudad de San Salvador de Jujuy. Pese a la crítica situación socioeconómica por la que atraviesa Argentina, y fundamentalmente la distancia geográfica en que se encuentra la provincia de Jujuy, la organización del mismo tuvo una importante respuesta por parte de científicos sociales de diversas universidades del país. Los participantes, provenientes de diversos orígenes disciplinarios -Historia, Sociología, Antropología, Letras, Sicología-, expusieron, comentaron y debatieron sus trabajos en el transcurso de dos jornadas. En el ámbito de las mismas participaron con sus ponencias: Hugo Iván Cancinos (UNSA) “Sobre el imaginario urbano colonial: “La muy noble y leal ciudad de salta»; María Inés Palleiro (CONICET) «Actuar las memorias»: reflexiones sobre una experiencia de gestión»; Gisela Heuse “La “recuperación urbana” del Barrio del Abasto. Una reintegración “precaria” al mapa de la ciudad”; María Eugenia Crovara (Flacso-UBA) “El estigma en las identidades sociales: el caso Villa Corina”; Edgardo Gutierrez (UNJu) “La construcción de la identidad en la ciudad de Palpalá. La crisis social y la problemática en torno a las identidades Juveniles. Un caso en particular en el barrio 9 de Julio”; Juan Carlos Rodriguez y Fernando Sadir (UNJu) “Migración Boliviana en Jujuy”; Graciela Castro (Departamento de Ciencias Económico-Sociales) (FICES/UNSL) “Los actores y los escenarios de encuentro en la sociedad actual”; Omar Jerez (UNJu/CONICET) y Juan Edmundo Moreno (Hechos y Protagonistas, Semanario Independiente). «…esto ocurre cuando uno es pobre…» La lucha de los sin techo en San Pedro de Jujuy; Mónica Lacarrieu (CONICET-UBA) “….de todos lados y de ningún lado…”: Visibles/visibilizados e invisibles/invisibilizados en busca de un lugar en la Buenos Aires del siglo XXI”. Sin embargo, a los fines de esta publicación, además de los trabajos mencionados más arriba, hemos decidido incluir otros dos artículos que por razones ajenas a su voluntad no pudieron estar presentes en el contexto de las Jornadas, nos referimos a: María Carman (UBA-CONICET) “Mínimas resistencias. Lecturas sobre el doble movimiento de identidad en ocupantes ilegales del barrio del Abasto de Buenos Aires” y Mariana Gómez : El proceso de Renovación Urbana en el barrio de la boca: el Turismo y la percepción de posibles afectados.
La problemática acerca de las identidades y la multiculturalidad en las ciudades actuales resulta de gran interés no sólo en el contexto de las ciencias sociales, sino también en relación con la experiencia social contemporánea. Principalmente debido a los flujos que, no sólo de objetos, sino y fundamentalmente de personas y sus “trabajos de la imaginación” (Appadurai;2001), se producen hacia las ciudades -no sólo hacia las grandes metrópolis, sino también hacia las ciudades intermedias-. Los procesos peculiares a la globalización agudizada favorecen ese movimiento migratorio intenso que se está desarrollando a nivel mundial, pero que se produce en un mundo cada vez más urbano. Asi, la centralidad de las dimensiones culturales y la revalorización de la diversidad cultural en el contexto global, viene tomando especial trascendencia en las ciudades actuales, con necesarias implicancias a nivel de la teorización sobre la mundialización de la cultura y la multiculturalidad global y urbana. Son estos procesos de transformación los que también vienen desarrollándose en las grandes y medianas ciudades de la Argentina. En este sentido, el abordaje de esta problemática en estas Jornadas ha sido motivado, en primer lugar, por debates que sobre la misma hemos realizado en anteriores encuentros académicos, asi como en la relevancia que aquélla tiene para la comunidad de las ciencias sociales en general; mientras en segundo lugar, por la necesidad de pensar y reflexionar sobre nuevas formas de “hacer ciudad” pero también de “habitar ciudades”, en las que la dimensión etno-cultural encuentra un particular sentido.
Desde esta perspectiva, este simposio ha permitido, por un lado, posicionar la importancia crucial de las ciudades, aún incluso en una provincia como Jujuy en apariencia mayoritariamente rural, sin embargo, cada vez más superpoblada por movimientos migratorios que arriban a la ciudad capital y a las ciudades de menor porte, con fuertes consecuencias sobre los ámbitos rurales que se van despoblando gradualmente; por el otro, realizar un paneo de los procesos y fenómenos que están teniendo lugar en otras ciudades del país habida cuenta del contexto de coyuntura de crisis socio-económica que atraviesa el país en su conjunto y que viene dejando huella particularmente en los medios urbanos.
Los trabajos que fueron expuestos en el marco del simposio y que fueron revisados para esta publicación, abordan en términos generales y desde diferentes perspectivas el problema de las identidades sociales y los procesos urbanos contemporáneos. En relación a esta problemática general, los autores enfatizan y ponen en debate tres grandes temáticas: 1) los procesos de renovación urbana y su vinculación con fenómenos de gentrificación desde los cuales se procura revalorizar determinados lugares mediante la estrategia de la cultura y el patrimonio -los trabajos de Cancinos, Carman, Gómez, y Heuse tratan especialmente estas cuestiones-; 2) el papel de las identidades sociales en los contextos de mundialización y urbanización actuales, enfatizando en ciertos tópicos como las nuevas tecnologías, sus usos, la constitución del ciberespacio y la manifestación de nuevas formas de encuentro cultural -asunto expuesto por Castro-, los territorios vinculados a la pobreza urbana -como se observa en los artículos de Crovara y Jerez-Moreno- y finalmente, el lugar de esos procesos identitarios en determinado sector, el de los jóvenes, de especial relevancia para la comprensión de las ciudades actuales -tal es el caso del trabajo de Gutiérrez-; 3) la cuestión de los procesos migratorios y la conformación de ciudades multiculturales -temática peculiar a los trabajos de Lacarrieu y Rodríguez-Sadir-.
Estas tres líneas temáticas se ven enriquecidas al interior de cada trabajo según los aspectos patriculares tratados y los matices dados a los mismos. Y si bien probablemente, debido a la contemporaneidad de los hechos, los artículos no estén explícitamente analizando los problemas en relación a los acontecimientos pos-diciembre 2001, debemos acotar que éste fue un eje de discusión que atravesó a los mismos a lo largo de ambas jornadas del simposio, del mismo modo en que resulta posible leer los casos tratados en cada uno de ellos a la luz de los quiebres y conflictos que en la actualidad tienen lugar en los diferentes lugares de nuestro país.
Más específicamente y adentrándonos en la singularidad de los asuntos que los autores analizan, es posible hacer un desagregado de lo general hacia lo particular. La importancia que en los años de la mundialización -siguiendo a Renato Ortiz-, especialmente en la década de los ´90 para nuestro país, adquirieron los “tecno-scapes” (Appadurai;2001) o “espacio de los flujos” (Castells;1996), es uno de los temas que muy agudamente analiza Graciela Castro. En su trabajo, se profundiza sobre dos cuestiones básicas para el mundo contemporáneo y que hoy más que nunca debemos poner en discusión en una Argentina atravesada por procesos de crisis: por un lado, los efectos de dichos flujos sobre la redefinición y reconfiguración de lo que se consideraba el espacio y más específicamente sobre lo que Augé denominó el “lugar antropológico”, entendido como ese territorio delimitado -que en la jerga antropológica era la “aldea”- en el que la confianza y las relaciones cara-cara permitian la constitución de una aparente identidad homogénea; por el otro, las implicancias de los flujos de internet en la construcción de subjetividad y en la vida cotidiana de los sujetos y los grupos de pertenencia o en los “trabajos de la imaginación” que, al decir de Appadurai, se ven conmocionados en la misma medida en que las personas son bombardeadas por múltiples estímulos mediáticos procedentes de distantes y diferentes orígenes, simultáneamente que ellas mismas se ven movimentadas entre diferentes lugares del mundo, no sólo porque las fronteras se han vuelto más porosas (si bien no siempre), sino también porque estas condiciones en un mundo que restringe socialmente a mayor cantidad de poblaciones, hace que se busque satisfacer necesidades de trabajo en lugares distantes a los de nacimiento. Y cabría entonces indagarse acerca de estos condicionantes en el contexto específico argentino, donde si bien el Internet ha ingresado en porcentajes tal vez no mayoritarios de población, sin duda viene impactando fuertemente en la cotidianeidad de nuestras vidas y en la conformación de identidades sociales sobre todo en ámbitos urbanos; mientras, por otro lado, se encuentra limitado en su expansión y hasta tal vez disminuido debido al contexto de crisis socio-económica de mayor profundización en los últimos meses, y entonces, preguntarse por los impactos que condicionan la vida de los “excluidos de la tecnología”, si bien no por ello del todo excluidos de ese bombardeo de estímulos propio de nuestra época sobrecargada de información y medios.
En este sentido, los trabajos aquí presentados, hablan permanentemente y en un doble registro, de los aparentes efectos integradores de la mundialización al mismo tiempo que de las consecuencias que producen efectos desintegradores en amplias franjas de la población. En una perspectiva similar, los trabajos que en esta compilación abordan los procesos de renovación urbana en los que la cultura -relacionada al patrimonio fundamentalmente- se ha vuelto una estrategia en pos de otorgar un plus de valor simbólico a determinados espacios, dan cuenta de asuntos vinculados a la integración-exclusión social. Los casos de La Boca y Abasto, barrios de la ciudad de Buenos Aires, como el del centro histórico de la ciudad de Salta, ejemplos trabajados para esta publicación por Mariana Gómez, María Carman, Gisela Heuse e Iván Cancinos, son apenas una muestra de un modelo que ha tendido a generalizarse en otros tantos lugares de Buenos Aires, pero también del resto del país. Bajo el supuesto de cierta “democratización cultural” basada en un planeamiento urbano estratégico, tendiente a la revalorización de determinadas imágenes urbanas en pos de “inventar” una identidad local que sirva a su vez de insumo a la identidad de “cultura urbana” (por caso, la “identidad porteña”, la “identidad salteña”) a partir de la cual se aspira a construir “ciudades ideales” pobladas por “ciudadanos modelos”; por el contrario se tiende a una “desdiferenciación” cultural que resulta en profundas desigualdades sociales para aquéllos diferentes que no acceden a satisfacer necesidades sociales básicas. En otras palabras, tales procesos muy bien vistos para la promoción de lugares y ciudades en pos de turistas ávidos de diferencia cultural -si bien acaban constituyendo lugares semejantes-, acaban provocando nuevas formas de segregación del espacio urbano o tal como lo definen Torres Ribeiro y Sánchez García (1996:173), “accesibilidades restringidas”. Los procesos también denominados de “gentrification” suponen la integración de la diversidad cultural en torno a sí mismos, sin embargo, dicha integración acaba excluyendo a quienes no pueden apropiarse debidamente o adecuadamente de tales transformaciones o bien generando a contrapelo de su propuesta, procesos de disputas o negociaciones silenciosas llevadas adelante …..(como se observa en el caso del Abasto, en el que los ocupantes de “casas tomadas” han negociado su desalojo o su pertenencia desigual, o bien en los casos de La Boca o del centro histórico de Salta, donde se procura el fortalecimiento de espacios “a la venta”, por tanto sólo inclusivos para un tipo de sector social).
Aunque desde la mirada de otro tipo de actores, los trabajos que analizan el lugar de los migrantes y el consecuente “multiculturalismo” en las ciudades, apuntan en una misma perspectiva. Si bien abocados a la problemática desde dos contextos urbanos bien diferentes, Jujuy y Buenos Aires, los trabajos de Rodríguez-Sadir y de Lacarrieu, demuestran no sólo la complejidad que comporta el fenómeno de la migración en nuestro país, sino y sobre todo que el “ser inmigrante” no es lo mismo que el “ser multicultural”, poniendo en juego el debate acerca de la categorización que como desprendimiento del fenómeno de la globalización de los ´90 se ha generalizado, nos referimos al pensamiento que rige los estudios urbanos en la actualidad y que lleva a pensar en “ciudades multiculturales”. Los textos muestran un fenomeno de doble entrada: por un lado, la visibilidad que los migrantes negocian con el poder publico y privado en terminos de exponer una imagen de ellos mismos que implique una representacion organizada de la diferencia y que tienda a la vision de la “celebracion de la diversidad”; por el otro, la invisibilizacion en que finalmente quedan una vez retornados a sus espacios de todos los dias, en los que los “nativos” -aun cuando los contraten como mano de obra barata- los colocan en la situacion de “acusados” en torno de procesos de discriminacion-segregacion.
Finalmente, los restantes trabajos abordan la problematica de los procesos de contruccion de identidades sociales, mirando los mismos desde sectores de pobreza urbana -como el de Crovara-, colocando especial enfasis -al menos en los trabajos de Gutierrez y Jerez-Moreno- en los jóvenes y las mujeres. En los tres trabajos se aborda la problematica de los procesos de estigmatizacion por efecto de ciudades -como Buenos Aires, Palpalá y San Pedro de Jujuy- que continuan intentando constituirse en torno de identidades hegemónicas en las que determinados sectores no entran. En el caso de Palpalá resulta bien explicito como una ciudad aun considerada “madre de industrias” pero que simultaneamente genera desempleo, los jóvenes sólo pueden establecer estrategias de “contestacion” a la identidad del poder; mediante caminos, sin embargo, “acusatorios” como la droga y el alcohol. En Buenos Aires, ciudad donde la categoria de “villeros” comporta una larga historia referida a estigmatizaciones y procesos de constitución identitaria, estos actores -tal como lo muestra la autora- deben ejercer tambien procesos de negociación no sólo hacia el afuera de la villa; sino incluso en el propio seno de la misma. Asimismo, Jerez y Moreno dan cuenta de los procesos de ocupación y lucha por la tierra en la ciudad de San Pedro de Jujuy, en el cual el eje de la participación y la disputación por el espacio urbano está dado por las mujeres.
Los tres casos inevitablemente deben ser mirados a la luz de los procesos de crisis socio-económica que estamos viviendo; sin embargo y al mismo tiempo, en relación a los procesos históricos en torno a los cuales los actores analizados han ido conformándose como sujetos de la pobreza urbana.
Como hemos comentado más arriba las dos jornadas en que se desarrolló el simposio resultaron de intenso debate y esperamos que los textos que aquí se presentan estimulen a nuevas discusiones y comentarios.
Omar Jerez
Monica Lacarrieu