Dra. Gladys S. Rodríguez

RESUMEN

El comercio electrónico es tan antiguo como la invención de las computadoras y, de igual modo lo es, la posibilidad de conectarlas entre sí mediante redes de telecomunicaciones. Algunos autores consideran que esta infraestructura global de redes telemáticas conocida como Internet,  es un fenómeno que podría involucrar una alternativa de expansión del espacio social de las relaciones interpersonales, y que sin duda, produce desafíos y oportunidades en la sociedad actual. En este sentido, asistimos a una revolución digital, con ocasión del desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, que a su vez es capaz de generar otras revoluciones, la social y la comercial; siendo una de las consecuencias de estas revoluciones la configuración de los denominados “mercados digitales”.

Por ello, el propósito de este trabajo es describir cómo Internet altera el comercio, definir a los mercados digitales, exponer quienes son los diferentes actores sociales que convergen en esta dimensión virtual, identificar sus características, y finalmente, cuáles son los potenciales beneficios y riesgos que la red de redes genera en un contexto globalizador para el desarrollo de comunidades integradas en medio de la diversidad. En consecuencia, el trabajo comprende algunas estrategias de solución a la brecha informática entre los países industrializados y los no industrializados, así como las expectativas de avance de este nuevo escenario social, económico y jurídico que son los mercados digitales principalmente en las áreas de Bussines to Bussines, y Bussines to Goverment en Venezuela.

La metodología utilizada es una crítica – descriptiva  del fenómeno de Internet en su interacción con los ciudadanos, partiendo de una revisión bibliográfica, hemerográfica, y de los resultados estadísticos proporcionados por algunos organismos gubernamentales y no gubernamentales nacionales, con relación a la particular interacción entre humanidad y tecnología.

 

Palabras Claves: Comercio Electrónico, Internet, Mercado Digital,  Tecnologías de la Información y de la Comunicación.

 

 

 

EL MERCADO DIGITAL: UN ENFOQUE SOCIO-TECNOLÓGICO EN LA ERA DE INTERNET

 

INTRODUCCIÓN.

Ha sido la percepción de los agentes económicos de las diversas posibilidades de realizar nuevos tipos de negocios, o de algunos negocios con el uso de las nuevas tecnologías informáticas, lo que ha motivado, lo que se denomina “Nueva Economía”. Y aunque ésta tenga sus contornos poco definidos, y sea mal comprendida incluso por quien se dispone a entenderla y explicarla, nadie puede ignorarla.

Y aun cuando se identifiquen varios focos de resistencia a esta nueva modalidad de realizar negocios, las evidencias y los números hablan por sí solos. Las recientes fusiones y adquisiciones de empresas que actúan en ese nuevo segmento hicieron que cambie la visión de los negocios en el marco de la era digital de forma definitiva, así como la manera de evaluar el valor económico de una corporación; es así que, en marzo de 2000, se estimaba que la suma del valor de mercado de las empresas ( de la mencionada vieja economía) – GM, Ford, Exxon, Wal-Mart, — era ya superada por la suma del valor de las empresas ( de la mencionada nueva economía)  – Intel, Microsoft, Oracle, System,- entre otras. Así se materializó aquello que ya ha sido preconizado por Nicholas Negroponte, cuando se refirió al cambio del paradigma de la medida del valor económico de las corporaciones empresariales, dislocándose la importancia relativa del patrimonio empresarial, de los bienes materiales (tangibles) a los bienes informacionales (intangibles), o en su metáfora, “de los átomos a los bites”.

Entidades serias y respetables como UNCTAD – Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo – estiman que el volumen de transacciones realizadas “on line”, en 2002, sobrepasará la cifra de US$ 1 trillón, y éstas representarán hasta el 25% del volumen de negocios realizados en el mundo. ( Martins, 2000)

El economista británico Adam Smith bien decía en la “riqueza de las naciones” (1776) que “ la propensión al trueque y al intercambio de una cosa por otra” es una característica intrínseca a la naturaleza humana. Smith también señalaba que el aumento de la actividad comercial es un elemento esencial del proceso de modernización. Y, que más claro ejemplo, es el que se presenta con el comercio por medio de Internet , con todas las posibilidades que ello implica. (Muiño, 2000)

Si observamos con detalle puede afirmarse que la economía mundial a partir de los noventa se caracteriza por una intensa globalización de los espacios donde se realiza. El comercio de bienes ha trascendido las fronteras naturales. Con el advenimiento de la era digital, la economía ha desarrollado nuevas formas de producción mucho más cercanas al consumidor, que se traducen en productos personalizados, ya que se cuenta con información producida de acuerdo al perfil de cada consumidor. Por lo tanto, la tecnología electrónica permite a las cadenas comercializadoras de bienes tangibles adaptarse a las nuevas oportunidades que el comercio mundial les brinda; obligando a las empresas más competitivas a cambiar sus formas de producir y de mercadear. Es así como productos tradicionales vendidos “ in situ”, como los libros, los discos, los pasajes aéreos y la venta de acciones en mercados financieros, están siendo comercializados vía redes de datos ajustándose a patrones de consumo personalizados. (Andrade, 2000)

De esta manera el comercio del mundo de hoy ha generado también la necesidad de producir más para negociar. Nació así la sociedad excedentaria, que produce más de lo que consume para tener los que otros tienen. El dinero parte del principio de que todo tiene precio; y en este escenario arriba Internet, que no es más que la implosión del espacio, la burla suprema del flete. No hay distancias, no hay cultura que sea extraña. Tampoco hay gigante comercial que impida colocar un puesto en la plaza pública de la “Web”, en Internet, el buhonero no es marginal, las compras se producen sin centro comercial, sin distribuidoras, sin roscas, sin aduanas, sin tienda por departamento, sin gastos de local, patente comercial, empleados. La compra es directa, los gastos de intermediación se reducen al mínimo y las guerras también. (Hernández, 2000) En tal sentido, muchos distribuidores tradicionales están adaptando sus sistemas para comercializar sus productos vía Internet. (Andrade, 2000)

Pero si bien Internet es ahora una red abierta a innumerable cantidad de compañías, esto sucedió recién en la última década del siglo XX, ya que, como lo señala Fernando Gago, “Internet comenzó en los años setenta como una red del Departamento de Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica, llamada “Arpanet Advanced Research Proyect Agency”. El objetivo fue desarrollar un programa de investigación militar que permitiera, luego de un contraataque nuclear norteamericano, que la red siguiera funcionando. Una realidad impensada años atrás. Actualmente gran cantidad de transacciones comerciales tienen su origen en la red de redes: es simple, barato y permite ofertar a millones de clientes potenciales.

Mención especial merece el e- mail o correo electrónico que efectúa el envío de mensajes, archivos, sonidos, imágenes, etc., siendo utilizado no sólo como correo interno entre corporaciones, sino que se ha constituido en la herramienta fundamental del comercio electrónico. En este sentido, Internet ha determinado la modificación de principios jurídicos en el Derecho Comparado: ya sea tipificando delitos nuevos o buscando formas seguras para el desarrollo del comercio electrónico, entre otros aspectos. (Hebe, 2001) Por ello, el propósito de este trabajo es describir cómo Internet altera el comercio, definir a los mercados digitales, exponer quienes son los diferentes actores sociales que convergen en esta dimensión virtual,  identificar sus características, y  finalmente, cuáles son los potenciales beneficios y riesgos que la red de redes genera en un contexto globalizador para el desarrollo de comunidades integradas en medio de la diversidad. En consecuencia, el trabajo comprende algunas estrategias de solución a la brecha informática entre los países industrializados y los no industrializados, así como las expectativas de avance de este nuevo escenario social, económico y jurídico que son los mercados digitales principalmente en las áreas de Bussines to Bussines, y Bussines to Goverment en Venezuela. La metodología utilizada es una crítica – descriptiva  del fenómeno de Internet en su interacción con los ciudadanos, partiendo de una revisión bibliográfica, hemerográfica, y de los resultados estadísticos proporcionados por algunos organismos gubernamentales y no gubernamentales nacionales, con relación a la particular interacción entre humanidad y tecnología.

 

  1. INTERNET EN EL COMERCIO

A nivel general, el advenimiento de la superautopista de la información, cuya precursora es Internet, ha modificado fundamentalmente los datos económicos, ha conducido a la internacionalización de los mercados y ha incrementado la competencia. Desde el punto de vista de los negocios, Internet constituye una nueva arma económica y una herramienta ultramoderna para ampliar el prestigio de una compañía, de sus productos y servicios; para analizar mercados y perspectivas de clientes; para concretar transacciones comerciales; para la investigación y el desarrollo o para reclutar personal. (Hance, 1996)

Internet está llamado a ocupar cada rincón de nuestras vidas y ofrecer así soluciones logísticas comunes a tareas cotidianas, por lo que reducir su uso o acceso a la necesidad de poseer un computador personal es contradictorio al deseo de las grandes corporaciones privadas que han visto un enorme potencial económico en la interconexión de habitantes de todo el planeta. Por ello, la estandarización de lenguajes, sistemas de acceso, y entornos operativos no está siendo en modo alguno casual. Nunca antes, fabricantes de equipos informáticos, desarrolladores de software y cadenas distribuidoras se habían puesto de acuerdo en forma tan drástica y conjunta con la actualidad para la consecución de unos fines comunes.

Si se observa la realidad tecnológica nos daremos cuenta de que, aunque con un evidente lucha por acaparar la mayor cuota de mercado posible, las compañías que, de forma directa o indirecta sacan partido a la red, encaminan sus esfuerzos al desarrollo de productos y servicios homogéneos. Varían la rapidez con la que cada una de ellas pretende colocar sus propuestas en circulación o los adelantos técnicos que van incorporando a sus desarrollos, pero todas abordan el camino de Internet teniendo claro que es un nuevo medio cuya expansión hay que facilitar al mayor número de usuarios y cuanto antes mejor. La interconexión de computadores y la forma en que la misma se está llevando a cabo, ha trastocado los cimientos en la evolución del panorama mercantil. Ahora las empresas no necesitan sucursales afincadas en países extranjeros para emitir una potente apariencia corporativa o llegar hasta sus clientes del otro lado del océano.

Los negocios y las transacciones comerciales de envergadura se pueden cerrar en cuestión de segundos con una precisión instantánea basada en la rápida transmisión de datos, sonido e imagen. Pero además de las conocidas y evidentes evoluciones logísticas que la red facilita a las empresas permitiendo proyectar su radio de acción e influencia más allá de lo que hasta ahora se hubiera podido alcanzar de otro modo, Internet ha supuesto cambios tecnológicos revolucionarios en el funcionamiento de la empresa.

Ahora, Internet lo ha transmutado todo. Y es éste precisamente el concepto que hay que emplear para denominar el cambio de naturaleza que Internet ha impreso a la informática, pues no ha sido una evolución que ha llevado a una generación avanzada en la industria tecnológica, sino que Internet ha producido un enorme cambio en la propia esencia de la técnica, ha marcado un nuevo rumbo basado en un concepto diferente de los términos tecnología y sociología. (Lagares, 2000)

En estos momentos hay aproximadamente 300 millones de personadas conectadas a Internet y alrededor de 10. 000.000 millones de servidores; tienen más personas que muchos países y además estas personas tienen una característica especial, que es propia del hombre y que pocas veces se desarrolla como lo es la abstracción, la cual lo ha ayudado a romper la barrera de lo cotidiano. Internet es un espacio hecho por el hombre, el cual se adapta a él. Por todo esto cualquiera puede estar en Internet más rápido que realizar cualquier otra actividad cotidiana. (Quintana, 1995)

Ahora bien, por lo que concierne al Comercio Electrónico es necesario definir primero que no es, porque todavía existe mucha confusión y malentendido sobre este tema.

El Comercio Electrónico no se trata del comercio tradicional por medio de la tecnología, esto quiere decir, que no es comercio tradicional como antes con tecnología más adelantada, es algo que es cualitativamente diferente.

El Comercio Electrónico no se trata sólo de tecnología, la tecnología es importante, pero la revolución tecnológica ya se hizo, ahora se habla de una revolución social y  económica. Significa que Internet como parte de la tecnología de la información participa en el crecimiento de la vida de la gente, en oportunidades comerciales. Cuando se habla de Comercio Electrónico, se habla de dos palabras donde lo más importante no es la palabra electrónico sino la palabra comercio.

El Comercio Electrónico tampoco es un mundo puramente virtual; sería un error que el comercio electrónico sea un espacio sólo para servicios de alta intensidad e información. El Comercio Electrónico se va a utilizar para todo, incluyendo para cosas que aún no están comercializadas internacionalmente hoy en día. Servirá como una herramienta más para integrar las unidades productivas y la relación que se va a establecer entre el comercio electrónico y producción de bienes, como agricultura, que va a ser fundamental para que exista un canal regional en el contexto del comercio electrónico.

El Comercio Electrónico se pretende que no sea sólo para los países adelantados y las grandes compañías multinacionales. Los beneficiarios principales deberán ser los jugadores más dinámicos del comercio electrónico; esto incluye a los países en desarrollo y las pequeñas y medianas empresas, que tienen que hacer las cosas bien.

Pues bien, es una no definición que permite tener en claro lo que se pretende, ya que se tiene una definición que ahora no es muy precisa pero que ayuda a no confundir algunos problemas del comercio electrónico: el comercio electrónico que se observa hoy por hoy, incluyendo sus aspectos más particulares, es muy pequeño con lo que se espera en los próximos años. (Lanvin, 1999)

A fin de profundizar un poco en lo relativo al Comercio Electrónico es válido indicar que el término “e-commerce” proviene de la lengua inglesa, de la expresión “electronic commerce”.

En general podemos conceptualizar al “e-commerce”, como el tráfico de información por medios electrónicos, esté vinculado o no con una operación de comercio. Siguiendo las palabras de Jordi Molas y Richard Hawkins diremos que “es el conjunto de relaciones electrónicas empresariales que implican la transmisión electrónica de datos comerciales o de productos en formato digital”.

Por su parte Randall Whiting sostiene que “…son mercados globales electrónicos disponibles para todos los miembros de la cadena de valor para interactuar espontáneamente en mutuo beneficio…los clientes incrementan su poder en el proceso de compra más efectivamente, accediendo a información más completa y personalizada.”

En síntesis: el “e- commerce” es la realización electrónica de transacciones comerciales, cuyo sustento es la transmisión de datos que pueden incluir imágenes y texto. Puede consistir en la realización de distintas actividades: comercio electrónico de bienes y servicios, suministro en línea de contenidos digitales, transferencia de fondos, compraventa de acciones, subastas, diseños, contratación pública, comercialización directa al consumidor, servicio de post venta, etc.

El mercado de la red ha transformado las transacciones tradicionales caracterizadas por el sustento en papel, por procesos “despapelizados”: procesos digitales en lenguaje binario.

El éxito del comercio electrónico esencialmente radica en que definitivamente no es necesario el contacto físico entre las partes intervinientes, en efecto, permite que las personas o empresas, aún sin conocerse previamente, puedan relacionarse.

El advenimiento de Internet con su extraordinario desarrollo y abaratamiento de las comunicaciones ha creado condiciones sin precedentes para la expansión del comercio electrónico. Conforme un estudio de la “International Data Corporation”, el “e-commerce” generará unos 8000 mil millones de dólares, solamente en América Latina para el año 2003. (Hebe, 2001)

En este sentido, Venezuela también espera óptimas perspectivas financieras y es así que de la totalidad de las compras que se hicieron en Internet desde Venezuela durante el 2000, 77% se hizo en tiendas virtuales en el exterior.

Un estudio de la “International Data Corporation” señala que en el 2000 se movieron en el país unos 31,4 millones de dólares en transacciones comerciales en línea. Para 2001 la cifra llegará a 73,7 millones, de acuerdo con las proyecciones de la empresa. Mientras que en 2003 se alcanzará la abultada cifra de 302 millones de dólares.

Para el año pasado, y según “International Data Corporation”  había en Venezuela 286.541 usuarios de Internet. La cifra crecerá a 389.000 personas a finales de este año, según los vaticinios de la empresa, y en  2003 el pico llegará a 598.000 personas. La mayor parte de los internautas se conectan desde sus hogares, según señala el estudio de la firma.

Pero no es lo mismo hablar de internautas que de compradores en línea. En este último renglón, se contaron en Venezuela 49.929 en 2000, mientras que para este año se espera que haya 73.622, de acuerdo con la tendencia que se ha venido marcando desde 1997, cuando el registro alcanzó apenas los 4.254. El gasto promedio por comprador, para 2000, fue de 965 dólares. Para el año en curso se estima que subirá a 1.492 dólares, y en 2003 se ubicará en 2.612 dólares por persona (Cámel, 2000)

Pero si bien es cierto, que a los países en desarrollo se les ofrece la posibilidad de estar en los flujos de información, no es menos cierto que Internet exige ciertas condiciones que ameritan una gran inversión en capital, pues es necesaria una infraestructura de telecomunicaciones, una política de desarrollo de las áreas físicas, lo cual incluye aspectos técnicos, legales y económicos, cuyas sumas de dinero son significativas y  con las que estos países no cuentan.

 

  1. EL MERCADO DIGITAL : UN NUEVO ESCENARIO

La definición más común y sencilla de mercado es aquella que se refiere al sitio donde se compran y se venden productos. Tal idea de mercado resulta hoy muy limitada. Mercado no solamente es el lugar donde se intercambian productos, sino que se alude también a las condiciones generales de producción, distribución y consumo de bienes. En su forma más amplia, la definición de mercado presupone la existencia de mecanismos de formación de precios. En el caso de los bienes de información que se comercializan en redes de datos esa definición resulta todavía muy estrecha, ya que el producto de información en sí mismo posee características propias de un mercado más transparente y de mayor alcance geográfico que el de productos tangibles que se comercializan en áreas físicamente distantes.

Un mercado digital está constituido por compradores y vendedores que se encuentran en ambientes virtuales, determinados por medios electrónicos, para realizar actividades de intercambio comercial de productos y servicios. Es precisamente en este ambiente donde surge el comercio electrónico, cuyas transacciones básicas – compra, pago y envío – se realizan por Internet u otras redes similares. Además de las transacciones básicas, el comercio electrónico requiere actividades de mercadeo y venta, líneas de producción y medios de transporte, soportes logísticos y operativos, que con frecuencia se apoyan también en medios digitales y en tecnología “web” (Lara, 2000). Es sabido que el comercio electrónico o digital consiste en la transformación de las transacciones y procesos basados en papel en un proceso digital en el que la palabra impresa es reemplazada por el lenguaje de las computadoras (unos y ceros, número binarios). Pero para que dicho mercado global se convierta en un medio apropiado para el comercio debe existir una forma de asegurar que los emisores  y receptores de dichos ceros y unos puedan ser identificados con cierto grado de certeza y que la información transmitida no sufra alteraciones.

Para comprender el tipo de solución que se necesita a efectos de implementar una infraestructura global de información es indispensable entender el tipo de tráfico comercial que desea transportarse por las redes. El comercio minorista es una pequeña parte del futuro del comercio digital. Existe un espectro de servicios (legales, financieros de salud) que pueden ser ofrecidos más eficientemente con la ayuda de las redes abiertas. (Devoto, 1999)

En consecuencia, está surgiendo la explosión de nuevos servicios mediante una auténtica teoría diversificadora de la oferta, permitiendo todos los tratamientos, incluso el de imagen, en forma conjunta y ordenada, con la posibilidad de acceder unos a otros modificándose e interrelacionándose en forma dinámica.

Implicando lo antes dicho que las políticas legislativas de los países deben cambiar, pues están ofertadas y centradas para un servicio de comunicaciones en el que solamente se podía pensar en voz pero, hoy en día, las nuevas posibilidades de la mano de la digitalización y la fibra óptica han creado un nuevo mercado de trabajo en telecomunicaciones basado en una oferta diferente que se puede centrar bajo el término de “ oferta de información” naciendo así también la “industria de la información”. (Dávara, 1996)

En el caso de Venezuela resulta interesante observar cómo se comporta el mercado digital y ello es posible señalando algunos hechos ocurridos durante 1999-2000, a saber:

Aparecieron los primeros sistemas y plataformas transaccionales en bolívares (Netcommerce, Union, Mercantil)

Las empresas Magnabyte, DataBase Access, Microsoft y Baan desarrollaron una plataforma de comercio electrónico empresa a empresa (b2b) que permite a Magnabyte (la primera mayorista de productos informáticos de Venezuela) atender a sus clientes.

Aparecieron numerosas iniciativas de comercio electrónico empresa a consumidor (b2c) tales como vinotecaclub, hoy www.vinos.com , plaza CANTV, Mipunto, Vencom, Venbusiness. Los sitios “web” de los medios, de manera principal El Universal y El Nacional, emprendieron también iniciativas de comercio electrónico. Los sitios pioneros – Teleflores, Locompro y Cibertiendas – continuaron su desarrollo.

El mercado consumidor a consumidor (c2c) se hizo cada vez más popular. Por ejemplo Tucarro,com produjo un impacto en el sector automotor al desarrollar un servicio de fotoclasificados muy innovador.

El Ministerio de la Producción y el Comercio  anunció un proyecto de licitaciones en línea. Se creó el Consejo Nacional de Tecnología de la Información, adscrito al Ministerio de Ciencia y Tecnología, que está desarrollando las bases del gobierno en línea.

Caracas Teleport, un edificio temático ubicado en Plaza Venezuela, Caracas, ya inició operaciones. Sus espacios se dedican a empresas del sector de tecnología de la información (telecomunicaciones, informática, comercio electrónico e Internet), con el propósito de crear un pequeño Valle de Silicón.

Varias empresas transnacionales de Internet (Starmedia, Patagon, Deremate, etc.) abrieron oficinas en Caracas e iniciaron campañas publicitarias para el beneficio del sector de Internet. ( Lara, 2000)

Experiencias estas que demuestran un interés creciente por participar activamente en el sector de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

 

2.1. La Cámara Venezolana de Comercio Electrónico

Una de las iniciativas que podrían contribuir grandemente para lograr el desarrollo del mercado digital en nuestro país lo constituye la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, creada el 3 de junio de 1999, por un grupo de individuos y organizaciones del sector privado que observaban un potencial desarrollo de la economía digital y un auge del comercio electrónico. Entre sus metas se encuentran:

Promover entre sus afiliados las actividades de “e – commerce”.

Fomentar el desarrollo del “e- commerce” como sector económico en Venezuela y América Latina.

Propiciar las actividades de investigación, desarrollo y docencia asociadas al “e- commerce”.

Servir de interlocutor de las empresas de “e- commerce” y los actores públicos y privados pertinentes en Venezuela y en el Mundo

Esta Cámara agrupa todas las empresas comprometidas con el desarrollo de la economía digital en Venezuela y América Latina y se ha convertido su sitio “web” www.cavecom-e.org.ve en un lugar de referencia ineludible para las personas interesadas en el desarrollo y la práctica de los negocios digitales, especialmente en los mercados hispano parlantes.

 

2.2. Actores Sociales

Otro de los aspectos a tomar en cuenta tiene relación con los entes participantes en el mercado digital, y siendo que los sistemas abiertos puedan ser utilizados para transportar la información, es indispensable poder identificar las personas que participan en las comunicaciones, independientemente del lugar físico utilizado. (Devoto, 1999) Los actores de esta economía de redes concurren al mercado digital con una mejor noción de lo que cada uno les ofrece o demanda. Se crea una red de conocimiento mucho más transparente que favorece tanto a los oferentes como a demandantes. La red de datos deja de ser un espacio físico concreto para convertirse en un mercado ideal para el desarrollo de una economía abierta y transparente.

En este sentido, los compradores usan la red [i] para determinar quien ofrece el mejor precio. Los proveedores concurren preparados para asumir las condiciones cambiantes del mercado, tratando de adaptarse en la forma más expedita a las preferencias del consumidor.

Por otra parte, algunos autores como Adaszko (1995) consideran que “el frenesí informático – comunicacional es una forma de desaparición del sujeto en la privacidad de su yo en los tiempos de cada cual”, es su contracción en sí mismo que lo lleva al intimismo extremo y perpetuo y al desconocimiento del polo de alteridad, como única condición para controlar y manejar las partículas innumerables de las redes. El individuo parece estar en un estado de autismo.

Otro aspecto interesante para discutir es que la utilización de las nuevas tecnologías de información y comunicación, pasa por el surgimiento de nuevas tribus, sujetos híbridos o ciber rebeldes que logran amputarse de su yo y asumen un papel absolutamente central en la sociabilidad telemática. Sin embargo, no debe considerarse el fenómeno del ciberespacio completamente globalizado, como quiera que su naturaleza así lo implique; pues existen zonas excluidas de los beneficios de la interconectividad por diversas razones. En estas geografías desamparadas, los requisitos para acceder al mundo reticular pasan por cruzar los bordes del otro mundo, con necesidades primarias, escasamente satisfechas. Para los habitantes de estas zonas, el ciberespacio no existe, y la realidad al interior de la cual la vida transcurre no tiene espacio para un paraíso virtual. La desesperanza  no es la necesidad del contacto electrónico ante una sociedad que no responde a sus demandas. El aislamiento y apatía pública no es un capricho voluntario, cuando la más elemental preocupación es la sobrevivencia y subsistencia del cuerpo. (Orguibe, 1996)

Es cierto que la imagen de la sociedad actual a través de los cambios producidos por las nuevas tecnologías de información y de comunicación no nos aleja mucho de visiones dantescas, para algunos, y quizás para otros, pueda representar visiones de avances importantes en la tecnología que nos conduzcan a niveles elevados de ciudadanía. En cualquiera de los casos, se está ante un escenario que tal vez sea absolutamente diferente de en todos los sentidos y dimensiones inimaginables. Si la tecnología está desarrollándose 10 millones de veces más rápido que la evolución biológica no es de sorprender que nuestros referentes teóricos no nos ayuden a clarificar por qué lo que fue en el pasado ya no será en el futuro, pareciendo que estamos entrando en una órbita sin ninguna posibilidad de retornar a tierra. (Martínez, 2000)

Ahora bien ¿quiénes acceden a este nuevo escenario?, quienes acceden son principalmente los habitantes de los países desarrollados, pues los datos sobre Internet y la existencia de economías digitalizadas en América Latina son en la mayoría de los casos magnificadas deliberadamente, para llamar la atención de los inversionistas y mejorar la cotización de las acciones de empresas que ofrecen servicios tales como los portales, correo y comercio electrónico, entre otros. Pero lo que si se ha observado es que en su mayoría quienes acceden al ciberespacio son hombres y mujeres urbanos de clase media con educación superior y menores de treinta años de edad y que tienen un computador personal en su casa y en una cantidad similar a la de los adultos acceden los internautas menores de dieciocho años de edad, pero con iguales defectos y virtudes, problemas y hábitos de vida que los caracteriza en el mundo real o físico, aun cuando en definitiva siguen siendo los más privilegiados quienes participan de esta revolución tecnológica.

 

 

2.3. Características

Es necesario aclarar que a pesar de estar inmersos en una economía que transfiere valor, generado por la dinámica de los mercados de redes y a pesar de que las nuevas tecnologías de información fomentan el comercio electrónico, la economía digital está sujeta a las tradicionales leyes económicas de siempre.

Sin embargo, existen algunos aspectos que hacen diferente este intercambio de bienes a saber:

La mayoría de los productos que se consumen son bienes intangibles (las ideas, el pensamiento) aunque podrían no ser categorizados como bienes, sí pueden ser comercializados como tales; un ejemplo de ello, son las patentes y los derechos intelectuales que son expresiones de ideas que se comercializan. Las ideas no tienen una forma específica para materializarse, por lo que se requiere de un soporte que permita contenerlas; con el avance de la tecnología, para almacenar una idea no se requiere necesariamente de un objeto físico, ya que la forma como se almacenan los datos en un medio electrónico es por medio de impulsos magnéticos que representan información. De allí que se hable que el principal producto que se comercializa en la red sean los productos de información[ii] cuyos valores económicos no dependen de la  forma física del bien, sino de la calidad de la información y de la forma como se almacena y transporta, en forma oportuna, para generar conocimiento y producir valor, ejemplo éste último asociado a las publicaciones en línea: como:  www.elnacional.com , etc..

Se basa en una estructura de trabajo sustentada en el conocimiento. El conocimiento que se tiene de cada usuario es la base fundamental, en este sentido, cuando un usuario se conecta a un sitio de venta se crean pequeños archivos en el computador del usuario (cliente), con un número único que permite hacer seguimiento personalizado de su particular conducta de comprador y así ofrecer productos o servicios que satisfagan las necesidades de cada cliente.

Existe facilidad de intercambio entre productores y consumidores, a la vez que se fomenta la desaparición del intermediario como agente del proceso productivo, ya que se acorta la cadena productiva entre el evento, dónde y cuándo se demanda  el producto, y el consumidor. Así como los proveedores acuden a ofrecer directamente sus productos, los consumidores perciben una mayor transparencia de los mercados de redes digitales y por lo tanto actúan directamente en él.

La principal inversión que se realiza es intangible para la realización de un adecuado estudio de mercado en este caso: investigar experiencias y antecedentes en Internet similares al modelo que se tiene en mente e identificar las mejoras; por otra parte, tal inversión se utiliza para realizar alianzas estratégicas con otros medios de comunicación y /u otros sitios en Internet.

 

 

  1. BENEFICIOS Y RIESGOS EN LA RED

De nuevo, como ocurre con la globalización en sectores como: la  económica y la política hay visiones optimistas que sostienen que la integración electrónica global elevará la humanidad a nuevas alturas. El trabajo desde hogares con cocinas automatizadas; edificios y automóviles inteligentes; las mejores bibliotecas y museos del mundo a través de la red; cirugía robótica e interfaces hombre–maquina; comercio electrónico; audiovisuales interactivos, son apenas algunos de los prodigios que ofrecerá este “New World”. Algunos «utópicos», en la terminología, van tan lejos como postular que el mercado de la información favorece el avance de la democracia directa, al permitir a los ciudadanos intervenir directamente en tiempo real y sin intermediarios en la toma de decisiones políticas y, sobre todo les brindaría la posibilidad de eludir la interferencia de los grupos de presión.

En la misma vena: el ciberespacio «contribuirá al crecimiento de las culturas compartidas con las naciones que viven en la diversidad» y bien utilizado «puede ser una lupa poderosa que amplifique la bondad, que se manifestará con la concesión de empleo a discapacitados y a personas confinadas forzosamente en sus casas, en la correspondencia a través del cuerpo de Compasión Virtual de la ayuda que se necesite y la que se ofrezca y en la ayuda que recibirá la gente en materia de aprendizaje y de mantenimiento de la salud, entre otras posibilidades». (Brünner, 1998).

De igual forma, con la incursión de la red se logra:

Favorecimiento de la paz y la democracia, pues no puede obviarse la relación estrecha entre libre circulación de información, derechos del hombre y valores fundamentales de la humanidad. La libre comunicación que brinda la Web de los mensajes y de las opiniones es esencial para la democracia y la paz mundial.

Favorecimiento del progreso técnico y crecimiento: la telemática y la teleinformática permiten asimilar mejor la concepción de hemisferio homogéneo. Es evidente la cooperación entre los científicos que convergen en esta comunidad virtual.

No hegemonía o control del comercio electrónico por parte de ninguna empresa.

Flexibilidad y rapidez de cambio, la información expuesta puede ser modificada rápidamente y llegar a los clientes y compradores de la misma forma.

Reducción de costos a la de la venta por catálogo. (Navarrete, 1999)

 

De igual manera, resulta interesante concebir cuáles son los obstáculos de la red en el marco mundial por lo que se realizó una comparación, por un lado el crecimiento de EEUU y Europa, y por el otro lado América Latina y el Caribe. Se observó que en los países adelantados en el comercio electrónico los temas que se mencionan primero como obstáculos son: Confiabilidad en las transacciones, Control del contenido, Impuestos y Problemas de compilación.

Si se compara con América Latina, se percibe una diferencia importante: Problemas técnicos (velocidad, tiempo de conexión), Rechazo al comercio electrónico por miedo a que sus clientes rechacen sus productos, Precios elevados de las telecomunicaciones al igual que el precio de los proveedores de servicio Internet; en Venezuela por ejemplo, el costo mensual para conectarse 20 horas a Internet por mes es mucho mayor que en EEUU. Otro obstáculo es el idioma ya que no hay suficiente contenido en español.

Pero desde el punto de vista socio-tecnológico es conveniente advertir también los riesgos, en el sentido de que de un lado, la revolución cibernética profundiza la polarización en función del acceso a la infraestructura y al conocimiento informático que poseen los distintos grupos tanto al interior de los países desarrollados, como entre estos y los en desarrollo, en donde definitivamente hay vastos sectores de la población que no solo no tienen acceso al computador personal, sino que están privados del teléfono y la electricidad. Aún en Estados Unidos se estima que todavía quedan cerca de seis millones de personas sin teléfono. No obstante, mientras en este país la población usuaria de Internet es del 12 %, en América Latina, tal proporción es sólo del 1.8 %. Si la información ha devenido en el bien por excelencia, se estaría produciendo otra profunda brecha entre ricos y pobres. El «Rezago Digital» («digital divide») entre los info–pobres y los info–ricos.

Así mismo, la gestión económica del mercado de la información esta concentrada en unas pocas grandes empresas que libran una competencia feroz por asegurarse su control.

De otra parte, los avances en las tecnologías de información representan un serio peligro para la intimidad personal y la vida privada de los ciudadanos en la medida en que los bancos de datos donde se encuentran almacenados sus datos personales y familiares pueden ser fácilmente violados o manipulados por los administradores de los sistemas o incluso por las mismas autoridades. Esto hace que autores como Ramos Suárez y Gallego, enumeren otros problemas desde un punto de vista legal, a saber:

Jurisdicción competente a la hora de resolver los conflictos derivados de contratos electrónicos.

Legislación aplicable a estos contratos.

Lugar, tiempo y forma de perfección de los mismos, que deben ser estudiados a la luz del Derecho Internacional privado.

A otro nivel, el predominio casi absoluto de Estados Unidos respecto a estas tecnologías suscita el temor de nuevas formas de dependencia y vasallaje cultural.

Hay incluso los que como G. Sartori están convencidos de que «la televisión modifica radicalmente y empobrece al aparato cognoscitivo del Homo Sapiens» y que la Internet es el «fruto del pentágono… y la militarización de la ciencia con el complejo militar – científico y la militarización de toda información con el complejo militar- informacional nos pone al frente a un fenómeno de totalitarismo sin precedentes». (Sartori, 1997)

 

 

  1. BRECHA INFORMÁTICA ENTRE LOS PAÍSES INDUSTRIALIZADOS Y LOS NO INDUSTRIALIZADOS : ALGUNAS SOLUCIONES

Las computadoras son una de las fuerzas más poderosas en la sociedad actual. Se está utilizando en todos los ámbitos – en los hogares y en organizaciones de todos los tamaños – y nadie puede dudar que este uso está teniendo un considerable efecto sobre muchas elementos entre ellos la misma sociedad. La computadora se ha constituido en la fuerza motriz detrás de una revolución informática y, como en cualquier revolución, es posible que algunos inocentes resulten perjudicados. ( Sanders, 1994)

Parte de esta revolución es producida por Internet, pero este es un fenómeno casi exclusivo de los países industrializados. Diversos factores impiden la generalización del uso de Internet en América Latina: la escasez de líneas telefónicas, la carencia de servicio eléctrico confiable, los altos costos del servicio telefónico, del servicio de Internet y de las computadoras, el analfabetismo ronda el 15 % de la población adulta y la pobreza alcanza alrededor del 60 % de la población, el desconocimiento del idioma inglés, es otro factor, aunque existen millones de páginas en español, el inglés es el idioma del 77 % de las páginas “com”, seguido por el alemán, francés y el español, y el uso poco extendido de computadoras en la vida cotidiana, hacen estas razones que Internet sea todavía un lujo en América Latina y que haya quienes vean con alguna suspicacia el anunciado “boom” en la región. El reducido número de propietarios de tarjetas de crédito obstaculiza también el comercio electrónico, aparte de la desconfianza hacia las compras en línea.

En el caso particular de Venezuela, las difíciles condiciones económicas, la deficiente educación y el escaso uso de computadoras impiden no sólo que los venezolanos utilicen Internet con frecuencia, sino que la informática sea parte de su cotidianidad laboral y personal. Aunque los venezolanos manifiestan interés por acceder a servicios de Internet, 60 % nunca utiliza una computadora y 80 % no ha podido comprar una, según la encuesta realizada en septiembre de 1999 por “Moris International”. Internet, que se está convirtiendo en una cultura universal, está restringida a unas 526.000 personas, según Datanálisis. A los costos de adquirir el equipo se suman los de conexión: Venezuela es el segundo país con mayores tarifas de acceso en América Latina. ( 854 dólares)

Por tales razones todos estos son obstáculos que acrecientan la brecha pero que al final no sólo no basta conocerlos sino hay que buscar vencerlos en América Latina y el Caribe para llegar a desarrollar un verdadero comercio electrónico.

Por lo antes referido América Latina y el Caribe deben  tomar bases de acción, a saber:

Aprender a conocer sus fuerzas e identificar los obstáculos, en el sentido de hacer las cosas para que el comercio electrónico tenga éxito.

Tomar  acción local, es decir, comenzar a nivel de las empresas nacionales y tener ejemplos positivos que llamen la atención de otras empresas, nacionales y multinacionales.

Observar una Administración Pública eficiente (licitaciones)

Implantar y Conservar una sinergia empresarial, pueden conformarse redes virtuales de empresas, esto involucra también el preocuparse por atraer inversionistas que les interesen el tráfico de las telecomunicaciones, capaces de invertir en la infraestructura que necesitan.

Acceder a la infraestructura de Internet, no sólo desde una perspectiva física, sino económica, tal como la política de precios, los incentivos, los impuestos.

Continuar formando recursos humanos de alta calidad en el conocimiento de la tecnología de información.

Desarrollar un marco legal y normativo a nivel internacional capaz de crear un contexto de garantía de transacciones seguras fiscales

Desarrollar alianzas entre el sector privado y la Administración Gubernamental a fin de favorecer los derechos fundamentales de la colectividad ante el auge tecnológico, y

Construir una cadena de confianza para vencer los obstáculos, donde participen todos los actores de la economía de una sociedad; como exportadores, aduanas, banca transporte, educación, entre otros, que van a influir o se beneficiarán por el comercio electrónico.

Finalmente, en este sentido, Devoto y Lynch agregan que existen algunos requisitos mínimos para que el comercio electrónico funcione en Internet, a saber:

Existencia de reglas relacionadas con la propiedad, a efectos de identificar los objetos del intercambio.

Existencia de un sistema de Pago Seguro, y

Mecanismos que permitan castigar las trasgresiones hechas a dichas reglas.

Estas entre otras que puedan ir surgiendo con posteriores estudios son soluciones o alternativas para lograr un e-commerce prospero en nuestras latitudes.

 

 

  1. BUSINESS TO BUSINESS Y BUSINESS TO GOVERMENT: EXPECTATIVAS DE AVANCE

Algunos expertos aseguran que dentro de tres años lo que se va a desarrollar es Business to Business (B2B), éste consiste en el e- commerce entre empresas, abarcando las relaciones comerciales de la empresa con sus proveedores y distribuidores. Este mercado incluiría actividades de venta y compra entre empresas. Además incluirían sistemas de transacción e información relacionados con procesos comerciales entre proveedores, socios o canales, como puede ser pedidos, pagos, servicios básicos de adquisición, sistemas de ayuda a la distribución, gestión de la logística.

El objetivo primordial a este nivel es la automatización de la gestión de las facturas y la eliminación de sus costos asociados. Según la mayoría de los estudios publicados, la eliminación de estos costos permitiría duplicar o triplicar los beneficios de la mayoría de las grandes empresas, por ello supone un gran atractivo para cualquier gran organización. La principal dificultad que conlleva la aplicación de estas tecnologías es que tanto los proveedores como los clientes de la empresa deben utilizarla, y no siempre resulta posible debido a la gran inversión que ello supone.

Ahora bien, después de veinticinco años muchas cosas han cambiado en la oficina. Y la tecnología inalámbrica ha contribuido grandemente para esto, así es posible hoy encontrar redes de datos que utilizan el protocolo de Internet  – y que abarcan desde las pequeñas redes de área local hasta la Internet – capaces de reemplazar los sistemas dedicados que se basan en la voz por teléfono. Esto significa que las llamadas que se realizan en el ámbito de la empresa, incluso entre oficinas ubicadas en lugares diferentes, pasan por la red de área amplia o local para evitar los costos que tendrían que pagarse a la compañía de teléfonos, y así permitir facilitar el seguimiento, clasificación y reenvío de los mensajes, al igual que es un apoyo para las conferencias y evitar el pago del servicio o de las tarjetas de llamada en los teléfonos móviles, todo lo cual se traduce en un ahorro de costos, principalmente para aquellas empresas que no cuentan con mucho capital. (Grimes, 2001)

Hay otra forma de comercio: business to goverment (B2G), es el e- commerce que se realiza con la administración de forma que cualquier comunicación o tramite por parte del consumidor o la empresa se realiza con técnicas de e- commerce (Ramos, 2000).  Este tipo de e-commerce tiene una importancia mayor por dos causas:

Involucrándose en el comercio electrónico, el gobierno va a ser más eficiente. Las compras públicas pueden hacerse a precios más bajos, si las fuentes posibles son más numerosas.

El estado progresivamente va a recibir competencia y conocimiento técnico y económico de lo que el e-commerce, y en este proceso se va a educar, se va a poner en posición de obtener la confianza y el respeto del sector empresarial. Cuando el estado y el sector empresarial puedan discutir sobre comercio electrónico, va a haber un respeto mutuo porque ambos utilizan el comercio electrónico. No van a existir empresas aburridas por temas que no quieren oir, no vamos a tener a empresas con competencia técnica que el estado no tiene, por el contrario existirá la posibilidad de instrucción conjunta porque se tienen objetivos comunes para el desarrollo del comercio electrónico.

En la actualidad se está haciendo el e-commerce desde dos ámbitos:

Las que hacen comercio electrónico de empresa a consumidor (B2C)

Las que hacen comercio electrónico de empresa a empresa (B2B)

No se pueden comparar a estos dos tipos de negocios, porque sus volúmenes de ventas son diferentes. Las primeras tienen ingresos de 30, 100 y 150 millones de dólares. Mientras las segundas realizan actividades por Internet por cantidades de un 1 billón de dólares.

Las primeras no son el futuro del comercio electrónico, ni de Internet; a diferencia de las segundas que si son el futuro del comercio electrónico y son en quienes tenemos que pensar para tratar de establecer nuestras estrategias nacionales, regionales e internacionales. (Lanvin, 1999)

Hay que pensar donde están los negocios ahora en el marco del comercio electrónico y en este sentido, para Venezuela es conveniente asomar algunas expectativas de avance en estas novedosas áreas de alcance del e-commerce, a saber:

Desarrollar nuevos mecanismos de financiamiento de proyectos de Internet, tales como capital de riesgo venezolano y fondos de inversión especializados.

Se esperan anuncios públicos sobre “ e-incubators”[iii] venezolanas  y “e-godfathers” [iv]. En el país Internet World de Venezuela ha llamado “padrinos.com” a las incubadoras que apoyan iniciativas con experiencia, como la empresa venezolana “negociosdigitales.com”  que ha apoyado Tucarro.com en su etapa de expansión.

La Cámara Venezolana de Comercio Electrónico  (Cavecom-e) se perfila como una “meta incubadora”: un ambiente que promueve la aparición de nuevos negocios e iniciativas empresariales en comercio electrónico.

Empresas venezolanas, como Vinotecaclub, ahora www.vinos.com , y www.Tucarro.com se convertirán en puntas de lanza para la internacionalización de los negocios digitales venezolanos.

Varias iniciativas legislativas y fiscales contribuirán a estimular las actividades de comercio electrónico y a garantizar su seguridad jurídica. Muestra de esto es que el 28 de febrero de 2001, se aprobó La ley de Transmisión de Mensajes de Datos y Firma Electrónico, en la Gaceta Oficial No. 37.148. Por otra parte, en agosto de este año, la Asociación Bancaria tiene listo el proyecto de Ley sobre Delitos Informáticos el cual tipifica una serie de conductas que, realizadas con el auxilio de medios informáticos, electrónico, telemáticos o medios que supongan el uso de tecnologías de información, puedan afectar bienes jurídicos.

Disminuirán los costos de acceso al comercio electrónico. La apertura del sector de telecomunicaciones se espera reduzca el costo de conexión a  Internet. Y el sector financiero venezolano en respuesta a la competencia internacional reduzca los costos de las transacciones.

 

 

CONCLUSIONES

Este trabajo no pretende violentar el curso normal del desarrollo de un nuevo paradigma socio-tecnológico, una forma de intercambio independiente, libre y virtual que emerge en combinación con valores, procesos productivos, financieros, formas de gobierno y estilos de vida; simplemente es un conjunto de inquietudes e interrogantes, más que certezas que como parte de este mundo cada vez más globalizado debemos responder.

De alguna manera, se trata de un problema similar a los que tuvieron que afrontar los fabricantes, distribuidores, compradores, en fin los actores sociales en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se produjo el desarrollo del ferrocarril y el telégrafo y la consiguiente creación de mercados nacionales.

Ahora con Internet la accesibilidad y, como tal, la libertad de expresión ha aumentado a escala internacional; no obstante, este optimismo justificable debe ser moderado, pues Internet es un medio que puede y es utilizado con fines poco honestos.

El desafío global consiste en transitar esta revolución de la digitalización poniendo en marcha un plan de reconstrucción de identidades, derechos humanos básicos en un esfuerzo por conectarse con lo humano, esencial, íntimo, e integrando lo que se diversifica en este nuestro mundo emprendiendo un cambio social y solidario.

En definitiva deben aprovecharse las oportunidades y afrontar los retos que el escenario tecnológico informativo-comunicacional es capaz de ofrecer, no se trata de destruir las estructuras existentes y cambiarlas por otras de moda, sino preguntarnos hacia donde nos dirigimos, y sea como juristas, sociólogos o en definitiva ciudadanos, considerar los riesgos y las consecuencias.

Se está en presencia de una revolución tecnológica y debemos actuar como facilitadores; éste debería ser nuestro rol, en esta sociedad, calificada por unos como posmoderna. Intentar un orden regulador del ciberespacio es ciertamente una utopía; lo que sí podemos es intentar ser sujetos activos de nuestro propio destino y actuar como unidades densamente interrelacionadas en lugar de organizarnos como los departamentos de una burocracia.

El propósito de este trabajo fue alertar sobre la posibilidad de superar la desigualdad mediante un esfuerzo conjunto de los sectores privado y público a fin de elaborar planes que conlleven a una mejor distribución del acceso a las nuevas tecnologías en la sociedad actual.

 

 

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Instituto de Filosofía del Derecho “Dr. J.M. Delgado O”

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

La Universidad del Zulia

Venezuela

Notas

[i] Red es el conjunto de información que en un espacio abstracto genera conocimiento. (Andrade, 2000 p 216) reticular en la pretensión de extraer toda la información del “continuum virtual”; de estar en todos lados de ese espacio y que en definitiva hace que no esté en ninguno.

[ii] Productos, bienes y servicios que pueden ser transformados en bits de información, y que se pueden transferir por intermedio de una tecnología de información electrónica o digital (Andrade, 2000 p 213)

[iii] Organizaciones especializadas en el apoyo a iniciativas de emprendedores de Internet.

[iv] Empresas tradicionales o personalidades destacadas que apoyan el desarrollo de nuevos negocios de Internet, tal como El Universal desarrollo a Eud.com.

El Mercado Digital: Un Enfoque Socio-Tecnológico en la era de Internet

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